Inteligencia emocional en el trabajo: claves para el éxito profesional
Desde hace ya un par de décadas, el binomio inteligencia emocional y trabajo es indisoluble. No es que anteriormente no existiera tal necesidad, es que la dimensión emocional en el puesto de trabajo apenas se contemplaba. Como tampoco la inversión en el bienestar físico y mental de los equipos de trabajo. Ni el concepto de salario emocional, ligado a todo lo anterior.
Afortunadamente, algo ha cambiado. Ahora, hablar del éxito profesional de un equipo humano es hacerlo de su nivel de inteligencia emocional.
Tabla de contenidos
- ¿Qué es la Inteligencia Emocional en el trabajo?
- Beneficios de la Inteligencia Emocional en diferentes roles laborales
- Evaluación y desarrollo de la Inteligencia Emocional
- Técnicas para medir y mejorar la Inteligencia Emocional
- Estrategias prácticas para potenciar la Inteligencia Emocional
¿Qué es la Inteligencia Emocional en el trabajo?
Entendemos por inteligencia emocional en el trabajo la capacidad de los empleados y empleadas para gestionar adecuadamente sus emociones. Hacerlo no solo mejora las relaciones con los demás, sino la capacidad de liderazgo en quienes ocupan puestos de responsabilidad.
Funciones de la Inteligencia Emocional en el Trabajo
Entre las funciones de la gestión emocional en el trabajo destacan cinco:
- La capacidad para crear las bases de una cultura corporativa fuerte y un ambiente de trabajo sano y positivo.
- La capacidad de luchar contra la desmotivación laboral gracias a cualidades como la empatía, las habilidades sociales o la comunicación positiva.
- La capacidad de fomentar el espíritu cooperativo, de colaboración y de inclusión, mucho mejor preparados para el cambio.
- La capacidad de gestionar conflictos o crisis de manera justa y racional, evitando situaciones fruto del impulso.
Por otra parte, podríamos diferenciar entre beneficios de la inteligencia emocional a nivel personal y beneficios colectivos.
- Entre los primeros: la capacidad de identificar nuestras propias emociones y entenderlas. Un aspecto que resulta positivo en cualquier esfera de nuestra vida, pública o privada, y que contribuye a nuestro crecimiento personal.
- Entre los segundos: la capacidad de relacionarnos con los demás de forma sana. Estableciendo un tipo de comunicación positiva, fluida y transparente. Y apoyando el crecimiento de los miembros del equipo y de este en su conjunto.
Dichos beneficios tienen un impacto mayor en determinados roles dentro de la empresa.
Beneficios de la Inteligencia Emocional en diferentes roles laborales
Existen muchos ejemplos de inteligencia emocional en el trabajo en función de los roles asumidos. El impacto de sus beneficios es vital en cualquier perfil profesional. Sin embargo, resulta más decisivo cuanto mayor es la responsabilidad de la persona.
De hecho, la inteligencia emocional se cuela entre las habilidades más demandadas por las empresas.
- Impacto de la Inteligencia Emocional en puestos de gerencia y colaboración
La inteligencia emocional es una de las cualidades imprescindibles para quienes se ven abocadas a la gestión de talento. Diversos estudios han demostrado como el Coeficiente Emocional está por encima del Coeficiente Intelectual cuando se trata de tomar decisiones acertadas, de regular ciertos comportamientos o de relacionarnos de forma exitosa con el resto del grupo.
De hecho, el liderazgo consciente hunde sus raíces en la inteligencia emocional y en cómo influye en la gestión empresarial. Y es que, su objetivo es preservar el bienestar común de toda la plantilla.
¿Cómo? Satisfaciendo las necesidades de todas las personas del equipo y brindándoles las herramientas necesarias para alcanzar los objetivos. En otras palabras. Poniéndose al servicio de los demás para conocer sus inquietudes y satisfacerlas. Contribuyendo así al éxito personal de ese profesional y al de todo el equipo en su conjunto, favoreciendo la cohesión interna.
Cifras como las tasas de rotación o de bajas temporales por problemas psicológicos o emocionales en una empresa nos indican la importancia de la Inteligencia Emocional.
Evaluación y desarrollo de la Inteligencia Emocional
La gestión de las emociones en el trabajo tienen un matiz subjetivo que desde RRHH deben poder salvar. El objetivo es que pueda medirse y evaluarse el grado de inteligencia emocional persistente. Para ello, pueden usarse técnicas diseñadas con tal propósito.
Técnicas para medir y mejorar la Inteligencia Emocional
Existen diversas técnicas al respecto. Algunas muy populares son:
- Test de Peter Salovey y John D. Mayer o MSCEIT, capaz de identificar las emociones, comprenderlas y facilitar su gestión a través de la resolución de problemas emocionales ficticios.
- Evaluaciones EQ-i 2.0, una prueba de autoevaluación que mide cinco habilidades clave de inteligencia emocional: autopercepción, autoexpresión, interpersonal, la toma de decisiones y la gestión del estrés.
- Emotional Competence Inventory (ECI), muy extendida en ámbitos laborales. Consta de 110 ítems basados en una encuesta de nivel de desempeño en el puesto de trabajo y en la evaluación de una persona externa en una escala del 1 al 6.
Estrategias prácticas para potenciar la Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional en las empresas puede cultivarse, afortunadamente. Para ello, puede optarse por diversas estrategias. El trabajo colectivo a través de planes para el fomento de la inteligencia emocional. Y el trabajo individual desde los perfiles de liderazgo.
- Pasos para aplicar y fortalecer la Inteligencia Emocional en el trabajo desde el liderazgo
Algunos de los pasos que un o una líder puede seguir para fortalecer la inteligencia emocional en su equipo son los siguientes:
- Sé transparente y genera confianza en el grupo, no tengas miedo a mostrar tus vulnerabilidades, tu lado más humano. Y crea una atmósfera de seguridad para que el resto de personas hagan lo mismo. Da ejemplo.
- Establece canales de comunicación directos que permitan al resto de profesionales compartir sus inquietudes, necesidades e inseguridades. Solo de esta forma podrás interceder de manera positiva.
- Emplea siempre un lenguaje y una actitud positiva para con los empleados y empleadas. Que afiance la seguridad en sí mismos, no al contrario. Y que les permita sentirse cómodos para desarrollar íntegramente todo su potencial, imaginación y creatividad.
Al fin y al cabo, todo se reduce a tener presentes tres cualidades indispensables: escucha activa, empatía y visión de equipo.