Mindful Eating: cómo practicar la alimentación consciente y sus beneficios
El Mindful Eating o alimentación consciente se abre paso en los planes de salud y bienestar corporativo. Aquellas empresas que apuestan por mejorar la calidad de vida de sus plantillas introducen este concepto en sus acciones estratégicas. Lo hacen para mejorar una faceta tan importante como es la alimentación saludable.
Tabla de contenidos
- ¿Qué es el Mindful Eating?
- Beneficios del Mindful Eating
- Cómo practicar el Mindful Eating
- Recursos adicionales para profundizar en el Mindful Eating
¿Qué es el Mindful Eating?
El Mindful Eating surge como contrapunto a las dietas estrictas. Nos enseña a comer bien. A diferenciar entre el hambre real y la necesidad emocional. Esta última, una trampa en la que caen muchas personas fruto del estrés, la ansiedad, etcétera.
Beneficios del Mindful Eating
Según The Nutrition Source, cuyo equipo popularizó el famoso Plato de Harvard, el Mindful Eating se basa en la filosofía de la atención plena, “un enfoque intencional en los pensamientos, emociones y sensaciones físicas en el momento presente”.
Es decir, tenemos que ser conscientes de lo que comemos y la razón por la que lo comemos, en lugar de dejarnos llevar. El resultado: una mejora de la experiencia alimentaria que logra reconducir nuestros hábitos respecto a la comida, modificando el comportamiento y, con este, nuestro entorno y a nosotras y nosotros mismos.
De este giro en la forma de comer se desprenden beneficios como:
- Una mejora de la digestión al apostar por menús más saludables y beneficiosos para nuestro organismo.
- La reducción del estrés y la ansiedad relacionados con la comida, ya que aprendemos a controlar nuestras emociones y a detectar cuando comemos sin tener hambre,
- La promoción de hábitos alimenticios saludables, pues la toma de conciencia de lo que comemos nos lleva a ser más responsables con nuestra forma de consumir y de ingerir alimentos.
- El control del peso corporal, al consumir solo las cantidades que realmente necesita nuestro organismo para funcionar adecuadamente.
En definitiva, el Mindful Eating pretende mejorar nuestra salud física, pero también nuestra salud mental, al igual que, por ejemplo, la crianza consciente.
Cómo practicar el Mindful Eating
La práctica del Mindful Eating precisa el desarrollo de dos fases:
Preparación mental antes de comer
¿Cómo? A través de técnicas propias del mindfulness como:
- Técnicas de respiración y relajación.
- Establecimiento de un ambiente tranquilo para comer.
Se trata de pararnos por unos minutos a analizar la situación. De pensar qué es lo que vamos a comer, si realmente nos aporta beneficios, si contribuye a nuestro metabolismo de forma adecuada y, sobre todo, si estamos comiendo por puro aburrimiento o porque estamos con los nervios a flor de piel.
De hecho, esta fase debemos iniciarla en el mismo momento en el que diseñamos nuestro menú diario. Y también cuando nos disponemos a realizar la compra de la semana. De esta forma, podemos decidir qué comer, cuándo y cómo con capacidad crítica.
Durante la comida
¿Cómo? Desarrollando pautas que debemos poner en práctica cada vez que nos sentemos a la mesa:
- Masticar lentamente y saborear cada bocado.
- Prestar atención a las señales de hambre y saciedad del cuerpo.
- Evitar distracciones como la televisión o los móviles.
En otras palabras, el secreto reside en comer, simplemente comer. Disfrutar de ese momento placentero, sin interrupciones, con el espacio y el tiempo necesarios.
Recursos adicionales para profundizar en el Mindful Eating
Cada vez son más los recursos y herramientas a las que podemos acceder para profundizar sobre el Mindful Eating. De hecho, muchas organizaciones ponen dicha información al servicio de sus empleados y empleadas con el fin de que puedan mejorar fácilmente sus hábitos alimenticios. Para ello, proporcionan:
- Libros recomendados sobre Mindful Eating.
- Aplicaciones móviles útiles para la práctica diaria.
- Talleres y cursos disponibles online y presenciales.
El Mindful Eating nos ayuda a adquirir una relación más sana con la comida. Es decir, a comer mejor, porque nuestro cuerpo lo necesita, y no motivados por causas emocionales que no responden a nuestras necesidades reales ni a nuestros intereses.
De ahí que cuando leemos sobre Mindful Eating vemos como los expertos y expertas en la materia dicen aquello de “escucha a tu cuerpo, porque es sabio”. La plena atención facilita que detectemos señales importantes.