Descubre qué es el Método Montessori: Un Enfoque Revolucionario en la Educación

Cristina Allende · 

¿Qué es el método Montessori? Seguramente la inmensa mayoría de la gente sepa la respuesta: un método educativo. Porque su popularidad es tal que Montessori es sinónimo de aprendizaje. Sin embargo, pocas personas conocen realmente qué significa y en qué se basa dicho método, aplicable incluso por las organizaciones empresariales en sus procesos y planes de formación. Si eres una de ellas, te lo explicamos.

Fundamentos del Método Montessori

El método Montessori fue ideado y puesto en marcha por la educadora y médica italiana María Montessori (1870-1952). Y desde entonces, no ha dejado de investigarse, desarrollarse y expandirse como modelo educativo por todo el mundo. 

Su objetivo: liberar el potencial que todo niño y niña atesora en su interior. Y hacerlo a través del ambiente, las herramientas y el acompañamiento profesional adecuados. 

Un autodesarrollo que se supone innato al menor, que es de carácter integral y que implica capacidades intelectuales, físicas y espirituales

Hoy en día, muchas investigaciones neurocientíficas y psicológicas atestiguan la efectividad de los fundamentos y método educativo Montessori. Y si bien es cierto que existen centros educativos que aplican de forma exclusiva y exhaustiva este método, de entre el resto, el que más y el que menos toma en consideración muchos de sus preceptos y fórmulas educativas.

Principios de Autodesarrollo en el Método Montessori: Ambiente Estructurado y Actividad Autodirigida

El método Montessori pone el acento sobre la capacidad del niño y niña para desarrollar una actividad pedagógica dirigida por sí mismos. Esto sucede cuando se hallan en un ambiente estructurado de una determinada manera. Sobre estas dos premisas se establecen, de hecho, los pilares fundamentales de la pedagogía Montessori.

Pilares Fundamentales de la Pedagogía Montessori

María Montessori estaba convencida de que cada criatura encierra en sí misma el potencial para desarrollarse por sí sola. Y que lo consigue en tanto en cuanto encuentre la asistencia necesaria en las áreas temáticas. Estas corresponden con las cinco áreas clave de aprendizaje: vida práctica, sensorial, lenguaje, matemáticas y cultura.

Así, la pedagogía Montessori se basa en varios principios generales o pilares fundamentales que cimientan el método. Según la Famm (Fundación Argentina María Montessori), estos son:

  • Pensamiento y movimiento, pues este último potencia el primero.
  • Libre elección, ya que la independencia, la voluntad y la responsabilidad mejoran el aprendizaje, además del bienestar.
  • Interés, que ayuda a la comprensión y la concentración.
  • La recompensa interna, que lleva al logro y fomenta la autoestima.
  • Aprendizaje de y con los pares, pues promueve el respeto, la tolerancia y la solidaridad.
  • Aprendizaje dentro un contexto, ya que resulta más profundo y rico.
  • Colaboración con el adulto, siendo este quien observa y acompaña.
  • Orden en el ambiente y en la mente, que facilita la claridad de pensamiento y la concentración.

Importancia de la Observación y Adaptación al Desarrollo Infantil

En el modelo educativo Montessori, la persona que ejerce la docencia tiene un papel de observación y acompañamiento, de guía. Esto quiere decir que ha de analizar a las criaturas con el fin de adaptar su entorno de aprendizaje y, con este, el nivel de desarrollo físico y psíquico del niño.  Este último goza de autonomía para marcar su propio ritmo de desarrollo en base a sus intereses.

De hecho, para María Montessori la escuela no es un lugar donde el adulto transmite conocimientos, sino donde “la inteligencia se desarrollará a través de un trabajo libre con material didáctico especializado”.

Es por esa razón que el material didáctico cobra especial relevancia en el método Montessori. Así como la configuración del espacio físico. Este último está dispuesto a través de distintos espacios, destinados al trabajo en grupo e individual, sobre tareas específicas y definidas. Además, están abiertos e interconectados entre sí.

Etapas Educativas Según el Método Montessori

Las etapas educativas propuestas por el método Montessori corresponden a periodos sensitivos y de madurez. Es decir, a etapas en las que toman protagonismo ciertos intereses y que, además, coinciden con periodos madurativos.

Distribución por Grupos de Edad y Períodos Sensibles de Desarrollo

Los centros educativos que utilizan el método Montessori sueñen dividir dichas etapas en estos grupos, atendiendo a principios evolutivos:

Infancia, de 0 a 6 años, cuando se adquiere la independencia física y biológica. En esta etapa se distingue a los niños y niñas de 0 a 3 años (aunque en algunos centros distinguen la de 0 a 18 meses también) y a los de 3 a 6.

Niñez, de 6 a 12 años, cuando se quiere la independencia mental. Diferenciado una etapa de 6 a 9 años y otra de 9 a 12.

Adolescencia, de 12 a 18 años, se desarrolla la independencia social. 

Juventud, de 18 a 24 años, se trabaja la independencia emocional.

En estas etapas, se crean grupos diversos, es decir, con niños y niñas de diferentes edades dentro del rango estimado por cada grupo. 

Actividades Cotidianas Adaptadas para Niños en Vida Práctica según Montessori

Puesto que el método Montessori hace hincapié en el desempeño activo del niño o niña durante su aprendizaje, las actividades cotidianas se adaptan al ritmo de desarrollo de cada criatura. Es decir, se trata de estimular la creatividad, el pensamiento y el descubrimiento autónomos con el fin de favorecer el desarrollo espontáneo.

Así, las actividades de vida práctica Montessori engloban todas aquellas que contribuyan a fomentar su autonomía, todas ellas cotidianas: el aseo personal, el cuidado del entorno natural y seres vivos, la preparación de alimentos, etc. 

Todo ello sirve, en edades tempranas, no solo para fomentar su autonomía y autoestima, sino para ejercitar otras capacidades futuras, como será la de la escritura, por ejemplo, así como el autocontrol.