Sobrecarga de trabajo: cómo localizarla

Ruben Folgado · 

qué es la sobrecarga laboral

No siempre resulta fácil identificar la sobrecarga de trabajo, ni en los demás ni tan siquiera en nosotros mismos. Sin embargo, es vital que la sobrecarga de trabajo sea detectada y reducida cuanto antes. De lo contrario, podría aparecer el síndrome del trabajador quemado o burnout, con devastadoras consecuencias para el buen desarrollo de la actividad empresarial.

A continuación, te damos algunas pistas sobre cómo identificar un caso de sobrecarga de trabajo en la plantilla.

Señales de sobrecarga laboral

A veces, la sobrecarga laboral se diluye en las dificultades del día a día y el trabajador que la sufre parece, simplemente, más cansado de lo habitual. 

De hecho, hay quién se convence de que un ritmo de trabajo exacerbado es lo normal. Sin embargo, no lo es, y acaba por pasar una importante factura en forma de estrés y ansiedad.

Un empleado que experimenta sobrecarga de trabajo de forma continuada no tardará en manifestar alguno de los síntomas que describimos a continuación, e incluso todos a la vez en casos extremos:

  • Frustración.
  • Falta de concentración.
  • Apatía.
  • Insomnio.
  • Irritabilidad e hipersensibilidad.
  • Fatiga crónica.
  • Tensión.
  • Pérdida de eficacia y baja productividad.
  • Bloqueo mental
  • Problemas de salud.
  • Ataques de ansiedad.
  • Baja autoestima.

En definitiva, una persona con sobrecarga de trabajo es una persona convencida de que, haga lo que haga, jamás llega a cumplir sus objetivos en la empresa. Que por mucho que se esfuerce, nunca llega a la meta marcada. Y esta convicción deriva en un cuadro de estrés difícil de gestionar.

Causas de la sobrecarga de trabajo

La sobrecarga de trabajo puede deberse a picos de actividad, pero no cuando es recurrente y prolongada en el tiempo. En este caso, se debe sin duda a una mala organización dentro de la empresa. 

De hecho, existen profesionales dedicados precisamente a evaluar e identificar el exceso de responsabilidad o carga de trabajo en una plantilla determinada. Y a ofrecer soluciones al respecto.

Una de ellas puede ser dimensionar los departamentos adecuadamente, contratando profesionales donde haga falta. Aunque la mayoría de las ocasiones, basta con reorganizar las tareas.

A veces, tan solo es necesario que los mandos intermedios, saturados normalmente de tareas muy dispares, puedan delegar las menos engorrosas. E incluso resulta muy productivo automatizar aquellas de menor valor añadido a través de aplicaciones tecnológicas diseñadas para ello.

Consecuencias del exceso de carga laboral

Hace cinco años, España era el país europeo que con más estrés laboral. Un 60 % de los trabajadores decían haberlo experimentado. Hoy, siete de cada diez dicen padecerlo con frecuencia, siendo la actividad laboral uno de los grandes desencadenantes.

Como hemos señalado, la sobrecarga de trabajo genera estrés en la plantilla. 

De hecho, atenta seriamente contra la salud mental de las personas en el entorno laboral y lastra el buen funcionamiento de la empresa.

Y es que, la sobrecarga de trabajo se salda, a menudo, con una merma de la productividad y un ambiente de trabajo nefasto. Pero también con otros tres graves problemas para el futuro de la empresa: el aumento de la probabilidad de la siniestralidad, la acumulación de bajas y ausencias, y un nivel de rotación en la plantilla difícilmente asumible.

En otras palabras, la sobrecarga de trabajo, lejos de lo que pueda pensarse, no beneficia ni a empleados ni a corporaciones.

Pues que el departamento de Recursos Humanos es el principal valedor y defensor del buen hacer de la plantilla, de su rendimiento y de su capacitación, pero también de su bienestar, es este el responsable de detectar a tiempo y solventar cualquier señal de sobrecarga de trabajo en no importa que empleado. 

¿Sabías que tu personal valora tener un departamento de RRHH que cuide de su salud mental?

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