Tecnología verde: innovaciones y dispositivos que promueven la sostenibilidad ambiental
La tecnología verde (cleantech o climate tech) ha cobrado tal relevancia en el fomento de la sostenibilidad que es imposible entender el desarrollo empresarial sin tenerla en cuenta, tal y como ocurre con la digitalización. De la misma forma que es imposible entender el futuro de las empresas sin alcanzar dicha sostenibilidad. Es decir, la tecnología verde está ligada al devenir de las organizaciones o viceversa. Y estas son algunas de las innovaciones y dispositivos más habituales.
Definición de tecnología verde
La tecnología verde, tecnología sostenible o ecotecnología, se emplea para designar todas aquellas innovaciones tecnológicas que tienen como propósito minimizar el impacto ambiental y contribuir al desarrollo sostenible.
Así, la tecnología verde se basa en un enfoque de respuesta a las necesidades humanas desde la preservación del medio ambiente. ¿Cómo? A través del uso eficiente de los recursos naturales, la reducción de la contaminación, el apoyo a una economía circular… Porque de esta forma se estarán atendiendo no solo las necesidades actuales de la sociedad, sino también las futuras.
Tecnología verde: inversión en España
Aún con todo, España se sitúa a la cola europea en cuanto al impulso de este tipo de soluciones, que lidera China, donde se concentra el 39 % de la inversión mundial.
Y es que, según un informe publicado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), Construyendo una Europa inteligente y verde en la era de la COVID-19, mientras la UE se sitúa en cabeza de pelotón respecto a la innovación verde (superando en 2023 incluso a EEUU en cuanto a inversión), las startups españolas para el desarrollo de tecnologías limpias obtienen menor financiación que el resto de los países miembros.
Y eso que, según el Fondo Monetario Internacional, alcanzar el preciado objetivo de unas emisiones netas de carbono cero necesita de al menos 1 billón de dólares de inversión en infraestructuras energéticas para 2030 y de entre 3 y 6 billones de dólares anuales en todos los sectores para 2050 a nivel internacional.
La respuesta china ha pasado por la competitividad de la mano de importantes subvenciones y economías de escala.
Objetivos de la tecnología verde
Hemos mencionado cuáles son los objetivos de la tecnología verde, que podríamos resumir en tres grandes metas globales:
Reducción del impacto ambiental
¿Cómo?: Minimizando las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuyendo la generación de residuos sólidos y contaminantes.
Promoción de la eficiencia energética
¿Cómo? Optimizando el consumo de energía mediante fuentes renovables como la solar, eólica o hidráulica.
Conservación de recursos naturales
¿Cómo? Impulsando soluciones que utilicen recursos naturales de manera eficiente, como el agua y los minerales.
Así pues, la tecnología verde debería facilitar:
- La reducción del impacto ambiental, es decir, de la huella ecológica, de los procesos industriales, agrícolas, de servicios y domésticos.
- La promoción del uso eficiente de recursos naturales para atenuar el impacto de las prácticas extractivas y de transformación.
- El fomento de la economía circular con el fin de facilitar el reciclaje, la reutilización y la recuperación de materiales.
- El desarrollo de tecnologías que permitan diseños capaces de extender la vida útil de los productos y reducir así el desperdicio.
Impulsar la sostenibilidad tendría, además, que incidir sobre sectores clave como la construcción, movilidad o la industria textil.
Beneficios de implementar tecnología verde en las empresas
Aunque a estas alturas ninguna empresa debería dudar de los beneficios de implementar la tecnología verde, lo cierto es que no todas tienen claro el ROI que pueden obtener. Estas son algunas de las ventajas a largo plazo:
Mejora en la calidad del aire y reducción de emisiones
Desde un punto de vista social y que sitúa a las empresas como agentes de cambio y entidades responsables de sus actos.
Ahorro económico a largo plazo
Fruto de la eficiencia en los procesos, del ahorro de costes en adquisición de materias primas en el consumo de recursos energéticos, etc.
Fortalecimiento de la cultura corporativa y los valores de marca
La sociedad desea alinearse con empresas responsables. Los y las profesionales también. La sostenibilidad trae consigo una mejora del employer branding, es decir, de la capacidad de retener y atraer talento cualificado. Pero sobre todo, tiene que estar alineado con la cultura empresarial. Es decir, los valores y la forma de actuar y tomar decisiones de la empresa tienen que corresponderse, de esta forma introducir la tecnología verde en la compañía tendría sentido, mayor acogida y será más sencillo que se perpetúe en el tiempo.
También trae un mayor engagement por parte de los consumidores y consumidoras. Según la encuesta sobre las Condiciones de Consumo 2023 elaborada por la Comisión Europea, el 56 % de las personas consultadas señaló haberse visto influenciada por las consideraciones medioambientales en algunos de los productos adquiridos durante las dos últimas semanas.
Impulso a la innovación y desarrollo sostenible
La apuesta por la tecnología verde es un motor de innovación, desarrollo, investigación y crecimiento para todo el tejido empresarial. Y es que, esta no solo busca abordar los desafíos ambientales, sino también preparar a las organizaciones ante un entorno en transformación.
Respeto a la legislación vigente
El marco normativo en la UE y sus Estados miembros es cada vez más abultado en materia medioambiental. Apostar por tecnología verde es hacerlo por soluciones que permitan una acomodación a esa nueva jurisprudencia.
Ejemplos de tecnología verde en empresas
Agricultura de precisión, captura y almacenamiento de carbono, monitoreo y predicción de riesgos climáticos… Los ejemplos de tecnologías verdes son múltiples. Cada vez más, afortunadamente. Su aplicación en las empresas, sin embargo, parte de la necesidad de establecer una cultura corporativa basada en el respeto ambiental, es decir, que priorice el uso de este tipo de tecnologías y su investigación y desarrollo.
Un ejemplo de tecnología verde común en las empresas es la apuesta por el uso de sistemas de energía solar.
Las organizaciones están invirtiendo en la instalación de paneles solares en sus cubiertas para generar energía limpia y reducir su dependencia de otras fuentes convencionales. Consiguen así, además, una importante disminución de las emisiones de carbono, un ahorro en costes energéticos a largo plazo y una mejora de la imagen corporativa frente a consumidores y consumidoras conscientes.
Los beneficios de este tipo de soluciones se acentúan si, además, van de la mano de la construcción o remodelación de espacios para dar lugar a inmuebles sostenibles. Materiales reciclables, sistemas de aislamiento térmico eficientes, iluminación LED, soluciones para la captación de agua de lluvia… Este tipo de edificaciones logran una reducción importante en los consumos de energía y agua, mejoran el ambiente laboral gracias a la configuración de espacios más saludables y aumentan el valor de la propiedad.
Otros tres ejemplos de tecnología verde habituales en las empresas son:
- Los vehículos eléctricos.
- Centros de datos energéticamente eficientes.
- Software para el cálculo y reducción de la huella de carbono de una empresa, producto o servicio…
Estos ejemplos muestran cómo las empresas pueden adoptar tecnologías verdes para mejorar su sostenibilidad, contribuir al cuidado ambiental y mantenerse competitivas en un mercado que valora la responsabilidad ecológica.
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