Amonestación laboral
La amonestación laboral es una sanción que la empresa impone al empleado o empleada en distintos supuestos que resultan lesivos para los intereses de la empresa, para el equipamiento o instalaciones, para los compañeros y compañeras, etc.
Así, la amonestación laboral puede llegar cuando el trabajador o trabajadora no cumple con sus responsabilidades y obligaciones durante la jornada laboral. Pero también pueden ser causas de amonestación una infracción laboral, una falta injustificada, un altercado con otra persona, un robo, acoso laboral, un comportamiento incívico, etc.
Claves de la amonestación laboral
Las amonestaciones laborales pueden ser verbales y proceder de un mando superior, del departamento de RRHH o de la propia dirección, sin embargo, cuando la conducta es grave o reiterativa, esta amonestación laboral se hace por escrito y con entrega al profesional en cuestión.
Una amonestación laboral por un hecho grave puede acabar en suspensión de empleo y sueldo durante un tiempo determinado y estipulado por las normas de la empresa y/o la legislación vigente. Incluso puede desembocar en un despido disciplinario. Claro que el empleado o empleada está en su derecho de impugnar la decisión empresarial. De hecho, tiene un plazo de 20 días hábiles para hacerlo.
Respecto a las sanciones, la empresa no podrá imponer aquellas que consistan en la reducción de la duración de las vacaciones u otra minoración de los derechos al descanso del trabajador.
El Estatuto de los Trabajadores establece que “los trabajadores podrán ser sancionados por la dirección de las empresas en virtud de incumplimientos laborales, de acuerdo con la graduación de faltas y sanciones que se establezcan en las disposiciones legales o en el convenio colectivo que sea aplicable”.
Y especifica que la valoración de las faltas y las correspondientes sanciones impuestas por la dirección de la empresa serán siempre revisables ante la jurisdicción social. Además, la sanción de las faltas graves y muy graves requerirá comunicación escrita al trabajador, haciendo constar la fecha y los hechos que la motivan.
La carta de amonestación
Cuando se desea amonestar a un trabajador o trabajadora de manera formal es necesario entregarle una carta de amonestación laboral, un documento escrito por el cual se informa a una empleada o empleado sobre la decisión de la empresa de sancionarla por algún tipo de conducta desproporcionada, que normalmente infringe el código ético o de conducta de la empresa. Los hechos han de ser probados desde la propia organización.
Lo recomendable es que la carta de amonestación laboral sea lo más detallada posible, para que no dé lugar a dudas. Esta debería reflejar: normas de convivencia, protocolos de actuación o políticas violadas; el impacto o repercusión de dicha conducta, las acciones previamente tomadas desde la organización a tales efectos (si estos fueran recurrentes) así como las expectativas de mejora en el futuro.
Por otro lado, es de recibo citar la legislación o norma interna empresarial que legitima, por su incumplimiento, el procedimiento sancionador: convenio colectivo, Ley del Estatuto de los Trabajadores, etc.