Estrategia de personal efectiva
Una estrategia de personal efectiva es aquella que logra poner a las personas al servicio de los objetivos empresariales procurando no solo el desarrollo satisfactorio de la organización, sino de los propios trabajadores y trabajadoras.
En otras palabras, se trata de aquella estrategia capaz de atraer, fidelizar y potenciar al talento adecuado, es decir, aquel alineado con la misión y los valores empresariales.
Así pues, una estrategia de personal efectiva puede hacer crecer cualquier proyecto empresarial y recompensar apropiadamente a sus profesionales.
Claves de la estrategia de persona efectiva
Una estrategia de personal efectiva lo es porque responde perfectamente a la estrategia empresarial o de negocio y cumple, además, con las expectativas de los talentos que la hacen posible.
Alinear sendos objetivos requiere de la puesta en práctica de varios pasos clave:
Definir objetivos claros (grupales e individuales) que deben ser puestos en conocimiento de la plantilla a través de una fuerte campaña de comunicación interna.
Crear una identidad de marca y cultura empresarial donde se pongan de manifiesto los valores y misión de la organización, de tal forma que pueda ser asumida por la plantilla.
Definir las habilidades, capacidades y valores que deben atesorar las nuevas incorporaciones, de tal forma que la fase de reclutamiento contribuya al desarrollo de la estrategia de personal efectiva desde el comienzo de la actividad.
Comunicar con efectividad el rol de cada empleado o empleada dentro de la empresa, sus funciones, tareas, responsabilidades, objetivos, etc.
Diseñar y desarrollar un plan de formación y capacitación interna que contribuya al crecimiento de los y las profesionales y de la empresa.
Llevar a cabo evaluaciones de desempeño que ayuden a mejorar a los talentos, solventando sus debilidades e incentivando sus fortalezas.
Identificar a todas aquellas personas que pueden ejercer un rol de liderazgo motivador y transformador en el seno de la organización para enfatizarlo.
Aportar una estrategia para la gestión del cambio y la incertidumbre que sea efectiva, es decir, que implique a los equipos de trabajo, transparente y en clave positiva.
Apostar por el bienestar de las personas, por políticas de inclusión, igualdad y diversidad y por la salud.
Facilitar el uso de herramientas tecnológicas disruptivas que apoyen la labor de los y las trabajadoras con la intención de facilitarles el trabajo diario.
Garantizar la gestión adecuada de las cargas de trabajo y fomentar la participación, así como la promoción dentro de la empresa.
Una estrategia de personal efectiva deriva en un mayor compromiso y productividad, una cultura organizacional más fuerte, la sostenibilidad de la actividad a largo plazo y una mayor satisfacción en relación a la experiencia del cliente.
En los últimos años, la estrategia de personal efectiva se ha ligado a lo que se conoce como pirámide del rendimiento, compuesta por cuatro estratos ineludibles: el bienestar físico, la salud emocional, la agudeza mental y el propósito espiritual.
Aquellas empresas que logran cubrir estos aspectos en sus empleados y empleadas están garantizando su rendimiento y una alineación exitosa respecto a los objetivos corporativos.
