Gestión del conocimiento
La gestión del conocimiento se refiere al conjunto de estrategias, metodologías, acciones y herramientas de las que se sirve una empresa para detectar, generar, compartir y emplear el conocimiento colectivo, es decir, aquel que atesoran sus trabajadores y trabajadoras, en pro de los objetivos empresariales.
Para una adecuada gestión del conocimiento debe procurarse su completa accesibilidad por parte de quienes conforman la organización. No solo eso, debe invertirse en el desarrollo de más conocimiento, a partir de los equipos de trabajo contratados y de aquellos talentos que puedan atraerse a la organización con el fin de potenciar dicha habilidad.
La gestión adecuada del conocimiento reporta a las empresas agilidad, eficiencia y eficacia operativa y organizativa, capacidad de mejora y de toma de decisiones informadas, un nivel superior de creatividad e innovación, y el liderazgo en el desarrollo de una actividad empresarial que brinde las claves para el futuro de una sociedad más justa y sostenible.
Claves de la gestión del conocimiento
Existen dos herramientas decisivas para impulsar la gestión del conocimiento en las organizaciones. Estas son la cultura organizacional, pues en base a ella se toman las decisiones estratégicas de la empresa, incluida la creación de organizaciones orientadas al aprendizaje, el reciclaje y la capacitación de los equipos de trabajo. Y la transferencia de conocimientos mediante acciones colectivas que fomenten el intercambio y la adquisición de información novedosa.
Aquellas empresas volcadas en la innovación y desarrollo tecnológico prestan especial atención a ambos frentes para una gestión adecuada del conocimiento en sus plantillas.
Dichas posiciones necesitan de procesos y herramientas específicas para:
Identificar el conocimiento dentro de la organización. Tanto el de carácter explícito (manuales, bases de datos, procedimientos…), como el tácito, aquel que reside en las mentes de los empleados y empleadas, y que por tanto son son más difíciles de codificar, pues emana de su experiencia o habilidades personales.
Fomentar la creación de nuevos conocimientos a través de la investigación, el desarrollo y la innovación.
Crear y mantener bases de datos y repositorios donde se almacene y organice el conocimiento de manera accesible y estructurada. Por ejemplo, a través de Sistemas de Gestión del Conocimiento (KMS): plataformas tecnológicas que facilitan el almacenamiento, recuperación y gestión del conocimiento.
Fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los empleados y empleadas a través de comunidades, así como con otros grupos de trabajo.
Diseñar programas de capacitación y formación para difundir el conocimiento en el seno de la organización.
Posibilitar una aplicación práctica de ese conocimiento mediante la toma de decisiones a todos los niveles de la organización.
Establecer indicadores clave de rendimiento (KPIs) para evaluar la efectividad de las iniciativas de gestión del conocimiento.