Incentivos salariales

Gestión del talento

Los incentivos salariales son un tipo de incentivo económico empleado por las empresas a modo de estímulo con el fin de incrementar el rendimiento de sus trabajadores y trabajadoras. Estos incentivos salariales funcionan, por tanto, a modo de recompensa económica para motivar a las plantillas.

Claves de los incentivos salariales

Existen dos tipos de incentivos, los económicos y los no económicos:

Los incentivos económicos son aquellas recompensas dinerarias que reciben los empleados por haber cumplido un determinado objetivo. Pueden ser desde la paga extraordinaria a paquetes de acciones para empleados y empleadas (Stock Options) o el pago del menú diario a través del ticket restaurante. Todos estos conceptos contribuyen al aumento de la capacidad adquisitiva del empleado o empleada, ya sea de manera directa o indirecta.

Los incentivos no económicos no son monetarios sino emocionales. Están diseñados para mejorar las condiciones de trabajo de los equipos con el fin de incrementar su bienestar, su salud física, emocional y psicológica, su motivación y su nivel de felicidad laboral. En este grupo de incentivos entrarían desde las medidas de conciliación laboral y la flexibilidad horaria a las destinadas a mejorar la capacitación o desarrollo profesional, por ejemplo.

Los incentivos salariales pertenecerían al primer grupo, pues son una compensación económica que reconoce el esfuerzo de los y las profesionales. Concretamente, una cantidad dineraria que la empresa abona a los trabajadores y trabajadoras, ya sea de forma mensual, anual… o puntual.

Así, entre los incentivos salariales más habituales encontramos:

Gratificaciones extraordinarias anuales, por ejemplo, en función del grado de productividad alcanzado (pluses de productividad), como premio ante la ausencia de faltas al trabajo… Estas tratan de recompensar el esfuerzo y buen hacer de trabajadores y trabajadoras concretos. Se trata así de un incentivo particular y ligado al desempeño de la persona, que trata de motivarla para que siga por ese camino.

Comisiones mensuales, por las que el empleado o empleada se lleva un porcentaje por cada venta realizada, contratación de servicio cerrada, cliente captado, etc. Se trata de un incentivo habitual en sectores como los financieros, de seguros o de ventas. De hecho, para los perfiles comerciales supone un porcentaje destacado de su sueldo a fin de mes.

Incrementos salariales puntuales motivados por un aumento de los beneficios anuales en la empresa. Suponen así un reconcomiendo al esfuerzo colectivo realizado durante el último ejercicio y que se brinda por igual a toda la plantilla. Si bien pueden marcarse diferencias porcentuales en la cuantía en función del departamento o del rol desempeñado o grado de responsabilidad dentro de la organización.

Como tal, los incentivos salariales deben aparecer reflejados en la nómina, especificándose la cuantía y el concepto en la parte final de los devengos.

Por otra parte, los incentivos salariales deben estar pactados de antemano y reflejados en el contrato o en el convenio colectivo de empresa, tanto su porcentaje sobre el salario o cantidad fija, así como los requisitos detallados para obtenerlos.

Los incentivos salariales ayudan a las empresas a brindar un salario más competitivo y adecuado a las necesidades de los trabajadores y trabajadoras. Además, contribuye a retener y atraer talento en mercados donde escasean los perfiles cualificados.

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