Técnicas de lectura rápida: mejora tu velocidad y comprensión
Se dice que vivimos en la era de la sobreinformación. Y eso nos obliga, tanto como profesionales como consumidores a la tarea de adoptar técnicas de lectura rápida. El objetivo no es otro que mejorar la velocidad lectora para optimizar tiempo y ganar eficiencia en nuestra vida diría.
Tabla de contenidos
- Técnicas básicas de lectura rápida
- Estrategias avanzadas para mejorar la velocidad lectora
- Ejercicios prácticos para desarrollar habilidades de lectura ágil y rápida
Técnicas básicas de lectura rápida
Existen diversas técnicas de lectura rápida. Algunas las adoptamos de forma innata. Otras requieren de cierto entrenamiento. Veamos algunas de ellas y cómo contribuyen a mejorar la velocidad lectora:
Método de escaneo y su aplicación
También llamado método de lectura ágil o scanning. Consiste en adoptar una lectura en diagonal para la búsqueda de información específica. De hecho, se denomina también técnica del deslizamiento visual. Es decir, deslizamos la vista diagonalmente a través del texto en busca de información muy específica. El lector o lectora salta de párrafo en párrafo o de sección en sección hasta encontrar lo que necesita. Y, normalmente, esa información clave destaca sobre el texto a través de recursos tipográficos o visuales. Esta técnica es útil para localizar datos específicos en artículos con un elevado número de palabras. Permite así extraer información puntual sin tener que leer todo el contenido, escaneando el texto en busca de términos o frases relevantes para el tema en cuestión.
Técnica del deslizamiento visual
Esta técnica de lectura ágil consiste en leer solo los párrafos clave del texto, aquellos que nos van a dar una aproximación sobre el mismo. Normalmente, se trata de los primeros párrafos, las conclusiones y los destacados. No lograremos profundizar en el contenido, pero sí hacernos una idea del mismo. Y a diferencia de la técnica antes mencionada, no trata de buscar información clave sino de averiguar sobre qué trata el texto en su conjunto.
Estrategias avanzadas para mejorar la velocidad lectora
Otras estrategias para adoptar una lectura ágil sobre ciertos documentos son:
El uso de guías visuales como el dedo o un puntero
Consiste en utilizar una guía visual, como un dedo o un puntero, para mover la vista de manera rápida y ordenada a lo largo de las líneas. Esto ayuda a no perder el enfoque en la lectura y es habitual en personas que comienzan a leer y necesitan mantener la concentración, reducir el esfuerzo ocular y controlar el ritmo de lectura.
La eliminación de subvocalización
La subvocalización se refiere al hábito de leer en voz baja, algo que hacen los niños y niñas cuando comienzan a desarrollar su capacidad lectora y de comprensión. Sin embargo, este hábito, el de articular las palabras, verbalizarlas, reduce la velocidad de lectura. Por tanto, esta técnica busca evitar dicha vocalización con el fin de procesar más palabras por minuto.
Ejercicios prácticos para desarrollar habilidades de lectura ágil y rápida
¿Necesitas mejorar tu velocidad lectora? Aquí van algunas recomendaciones prácticas:
Prácticas diarias recomendadas
- Llevar a cabo ejercicios de lectura cronometrada.
- Eliminar distracciones durante el tiempo de lectura, como el acceso al móvil.
- Utilizar técnicas como el subrayado.
Otras técnicas y estrategias para aumentar la velocidad de lectura
- Llevar a cabo una prelectura o lectura exploratoria. Y no solo de documentos, sino de, por ejemplo, las noticias que consumimos a través de formatos digitales. La prelectura implica revisar rápidamente el material para obtener una visión general de su contenido. También para sopesar nuestro interés al respecto y dedicarle una lectura más profunda o no. Está íntimamente ligada a la estructura del texto y a su tratamiento visual a través de títulos, subtítulos, palabras clave en negrita, imágenes, gráficos, alternancia de párrafos más o menos extensos…, en definitiva, elementos que agilizan la lectura de forma deliberada.
- Entrenar la lectura en bloques de palabras o a saltos. Es decir, atendiendo a párrafos o frases concretas para aumentar así la velocidad de lectura. Es especialmente útil en textos con estructura narrativa o descriptiva.
- Practicar la lectura selectiva. Especialmente indicada para informes con varios apartados. De esta forma atendemos solo a la lectura de las secciones que nos interesan.
Herramientas y recursos digitales para mejorar la velocidad
Las estrategias de lectura rápida o lectura ágil están deben aumentar la velocidad de lectura sin sacrificar la comprensión del contenido. Esto resulta especialmente útil a la hora de procesar grandes cantidades de información. Y en este afán, existen aliados digitales. Por ejemplo, la extensión de Chrome Jetzt o Spritz, herramientas de lectura selectiva para filtrar grandes volúmenes de texto y extraer información específica, lo cual mejora notablemente la productividad.