¿Qué puedo hacer para evitar la desmotivación laboral en mi empresa?
Desmotivación laboral: más de una persona se habrá sentido identificada al leer estas dos palabras.
No es de extrañar, al parecer, el 54% de los empleados españoles se siente desmotivado en su trabajo, según la Guía del Mercado Laboral 2022 elaborada por Hays.
De hecho, esta realidad ha empujado a numerosas empresas a un proceso de búsqueda de recursos y técnicas de motivación laboral.
Y es que, mantener una plantilla descontenta conlleva múltiples y nefastas consecuencias para cualquier organización.
Qué es la desmotivación laboral y cuáles son son sus causas
¿Qué causas empujan a los trabajadores a la desmotivación? Pueden ser muchas, pero existen cuatro que se repiten con asiduidad:
- Un salario por debajo de las expectativas.
Ya se sabe…, el dinero no da la felicidad, pero ayuda bastante. Sobre todo cuando la inflación acecha. Así, un salario por debajo de las expectativas puede llegar a desmoralizar a un trabajador en casos como los siguientes:
- Tras cierto tiempo en la empresa.
- Después de asumir responsabilidades por encima de lo pactado.
- Si otros compañeros sí perciben subidas en sus nóminas.
- Al cerrar la empresa un ejercicio con importantes beneficios.
- Cuando el sueldo no se ajusta al IPC, es decir, ante el encarecimiento de la vida.
Estas son algunas razones poderosas para desmotivarse ante un salario que, como suele decirse, no alcanza.
- La monotonía y la falta de proyección.
La monotonía es una mala compañera de trabajo, pero si además no se avistan cambios significativos en el horizonte, se puede volver insoportable.
Aquellos trabajos con tareas muy mecánicas y/o de escaso valor añadido para la organización suelen resultar aburridos y desmotivantes. El profesional siente que se encuentra atrapado en una rueda y que está, por mucho que haga, siempre girará en el mismo sentido.
Dicha circunstancia reduce los niveles de implicación e interés por la actividad profesional hasta cotas insospechadas.
- 3. La falta de reconocimiento.
Otra causa de fuerte desmotivación laboral es la falta de reconocimiento. Esforzarse y que ningún mando o compañero lo agradezca o, incluso, que haya alguien que intente sacar provecho de la situación, puede dar lugar a una alta desmotivación.
Es más, a veces esta falta de reconocimiento hiere la salud mental del profesional, no solo su compromiso con la empresa.
El resultado: empleados con una severa desmotivación laboral que acatarán la ley del mínimo esfuerzo.
- 4. La ausencia de valores con los que alinearse
Es otra causa importante a tener en cuenta. Esta ha sido más habitual en profesionales que entraban a formar parte de organizaciones con una imagen de justicia social importante.
Imaginemos una empresa creada por y para por el bien común, una marca de alimentación o cosmética saludable, o un despacho de abogados que defiende causas ambientales donde: se dilapidan los derechos de los trabajadores, se emplean ingredientes de dudosa integridad para la salud pública o se defiende la causa de una empresa en realidad contaminante.
¿En qué lugar queda la fe del trabajador en esas empresas? ¿Y el resultado de sus acciones? Si esa persona tiene firmes convicciones, realmente se sentirá más que desmotivada con la dudosa filosofía empresarial.
Obviamente, existen más razones para caer en la desmotivación laboral, pero las señaladas son, sin duda, las más comunes.
Consecuencias de la desmotivación laboral
Las consecuencias de la desmotivación laboral para un trabajador son muchas.
En primer lugar, sentirá una fuerte desafección respecto a la empresa. Esta apatía convertirá a dicho profesional en una persona que tienda al aislamiento, con la intención de comunicarse poco o nada.
Por otra parte, la persona desmotivada en su puesto de trabajo acatará las tareas encomendadas sin ánimo crítico o de mejora, y tenderá al estancamiento profesional dentro de la empresa.
En definitiva, se volverá un empleado menos productivo, menos innovador y menos fidelizado hacia la empresa.
Cómo detectar la desmotivación laboral
Detectar la desmotivación es el primer paso hacia la búsqueda de soluciones.
Para ello, pueden llevarse a cabo pequeños gestos de fácil implantación en el seno de la organización. Basta con incluirlos de manera natural en las rutinas diarias de trabajo para detectar cualquier síntoma, por pequeño que sea, de desmotivación laboral. Estos son algunos indicadores:
- Disminución del nivel de rendimiento.
- Falta de comunicación y/o de interés.
- Apatía a la hora de entablar una conversación o silencio.
- Falta de inspiración a la hora de abordar nuevos proyectos.
- Retrasos en la consecución de objetivos.
- Pensamientos negativos sobre el entorno y el futuro.
- Irritabilidad y queja continua.
- Cambios bruscos en el estado de humor.
- Cansancio físico.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Falta de iniciativa y de concentración.
- Exceso de conformidad.
Detectar todos estos síntomas de forma precoz es el primer paso hacia la resolución del gran problema de la desmotivación laboral.
Cómo hacer frente a la desmotivación laboral
Una vez detectado el nivel de desmotivación llega la hora de buscar soluciones. En este sentido, basta aplicar una serie de medidas que garanticen la transparencia y la comunicación bidireccional con los equipos de trabajo, en general, y cada una de las personas que los componen, en particular.
Para ello, pueden diseñarse protocolos encaminados a mejorar la motivación laboral donde se diseñen itinerarios efectivos. Estos pueden incluir:
- Reuniones periódicas en las que se compartan los objetivos, retos y obstáculos a los que se enfrenta la organización.
- Creación de una verdadera cultura de trabajo en equipo.
- Políticas de transparencia e igualdad: salarial, de género, etcétera.
- Implantación de una RSC y valores sociales o medioambientales que sienten realmente las bases de la actividad empresarial.
Estos planes de prevención de la desmotivación laboral son cada vez más importantes para las empresas, sobre todo en sectores con fuerte carga de innovación o donde los perfiles profesionales escasean.
También lo son los planes de Compensación y Beneficios . Estos tratan de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores e incidir en su bienestar dentro y fuera de la organización. De hecho, uno de los grandes objetivos de estos planes es potenciar lo que se conoce como salario emocional, aumentando así la motivación y fidelización de los empleados.