Dieta mental para mejorar tu bienestar
Hablar de dieta mental no resulta extraño hoy en día. Es más, quizás lo extraño sea no hacerlo. Porque la sobrecarga informativa a la que nos vemos expuestos y expuestas es cada vez más abrumante, y con peores consecuencias. Tanto es así que surgen enfoques como el de la dieta mental de los 7 días para cambiar hábitos negativos. Te lo contamos.
¿Qué es la dieta mental?
La dieta mental es una práctica que consiste en gestionar de manera consciente la ingesta de información con el fin de mejorar la salud mental. No solo implica reducir ésta en determinados casos, sino en elegir su tipología conscientemente de tal forma que den paso a pensamientos positivos y constructivos. Se trata pues de limitar la exposición a contenidos negativos o limitantes.
Beneficios de la dieta mental
También denominada healthy mind platter, la dieta mental permite reencontrar el equilibrio perdido: ese bienestar mental, emocional y social asolado, actualmente, por una auténtica epidemia de estrés, ansiedad y enfermedades mentales.
Algunos de los beneficios de la dieta mental y la reducción de la sobrecarga informativa son:
- La mejora de la relación con uno mismo o una misma.
- Una mayor capacidad para la gestión del estrés y la ansiedad.
- Predisposición para afrontar la adversidad con efectividad.
- Mayor nivel de éxito en la consecución de metas personales y profesionales.
- Aumento de la felicidad y adquisición de una actitud positiva.
Alcanzar estos beneficios pasan por el desarrollo de una dieta mental basada en siete elementos clave que desgranamos a continuación.
Componentes clave de una dieta mental saludable
Los componentes clave de una dieta mental saludable pueden parecer obvios, pero está claro que conviene recordarlos cuando el 34 % de la población española presenta algún problema de salud mental, según los últimos datos aportados por el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023. Un porcentaje que aumenta, superando el 40 %, en la población de más de 50 años.
Dormir adecuadamente
Dormir bien mejora el rendimiento, ayuda a prevenir trastornos y contribuye tanto a la salud física como mental. Mantener una buena higiene del sueño es fundamental.
Jugar y fomentar la creatividad
Jugar fomenta la creatividad y desarrolla la capacidad de innovación, sin olvidar que nos devuelve a épocas pasadas, donde pensábamos con total libertad, sin las restricciones de nuestros propios prejuicios o del entorno.
Descanso y desconexión
Hoy en día, hablar de descanso es hacerlo también de desconexión digital, una forma más de evitar la sobrecarga informativa y que ha de impulsarse no solo de manera individual, sino desde las corporaciones y de un marco legal que lo propicie.
Introspección y autoconocimiento
La introspección y el autoconocimiento son inherentes a la inteligencia emocional. Porque el respeto hacia los demás comienza por el respeto a uno mismo, y esto último exige de un ejercicio de análisis, reconocimiento y reconciliación con el yo interior.
Socialización y relaciones saludables
Mantener unas relaciones saludables forman parte del conjunto de estrategias para incrementar la calidad de vida. Y en este sentido, las empresas, donde pasamos un tercio de nuestro día a día, tienen mucho que aportar.
Ejercicio físico regular
Que el ejercicio físico es beneficioso para la salud mental es un secreto a voces. De hecho, existen prácticas deportivas especialmente eficaces contra la ansiedad. Impulsar estas últimas desde las corporaciones se ha convertido en un auténtico propósito de los departamentos de RRHH que apuestan por la gestión efectiva del talento.
Concentración y mindfulness
La concentración y el mindfulness se han convertido en piedras angulares de la vida consciente y plena. No en vano, este último forma parte de la larga lista de beneficios corporativos que las empresas ofrecen a sus profesionales con el fin de contribuir a su bienestar.
Estas prácticas pueden ayudar a mitigar el impacto de uno de los problemas más comunes de salud mental: la ansiedad, que padece el 10 % de la población, y afecta a 3 de cada 100 menores de 25 años, según el citado informe.
Dieta mental de los 7 días para cambiar hábitos negativos
Como decíamos, uno de los últimos enfoques en la dieta mental es el de los 7 días para cambiar hábitos negativos. ¿Por qué siete días? Porque cada uno representa un paso hacia el equilibrio:
- Día 1: Identificación de pensamientos negativos.
- Día 2: Sustitución por pensamientos positivos.
- Día 3: Establecimiento de metas de mejora.
- Día 4: Practicar la autodisciplina mental.
- Día 5: Fomentar el amor propio y la aceptación.
- Día 6: Evaluación y ajuste de hábitos mentales.
- Día 7: Consolidación de la nueva rutina mental.
Las empresas que trabajan de forma integral el bienestar del empleado y empleada suelen recurrir a contenidos digital, que comparten a través de los portales del trabajador, donde se informa de técnicas o enfoques como este. La dieta mental de los 7 días para cambiar hábitos negativos encajaría perfectamente en dicha estrategia.
Técnicas para manejar la sobrecarga informativa
La dieta mental de los 7 días para cambiar hábitos negativos aumenta su efectividad si se combina con técnicas para reducir la sobrecarga informativa, también denominada infoxicación.
De hecho, un 43 % de las compañías Top Employers en España ya cuenta con programas para afrontar la sobrecarga informativa, según datos de Top Employer Institute. Estos programas consisten en:
Control de la información y pensamientos
Tiene que ver con la gestión de las fuentes y el tipo de información que consumimos. Que esta sea veraz y no nos conduzca a la desesperanza sino a una visión realista de la situación y a soluciones plausibles y efectivas.
Consciencia de los pensamientos
Para huir de los pensamientos negativos, infundados en miedos y percepciones subjetivas, debemos tomar conciencia de dichos pensamientos y analizarlos en profundidad.
Elección de pensamientos positivos
Es una cualidad que se puede entrenar, la búsqueda y elección de pensamiento positivos, que ocupen nuestra mente para que desplacen aquellos negativos, que consiguen poner en jaque nuestra autoestima y capacidad de acción.
Concentración mental
Una de las causas de la sobreinformación es la pérdida de capacidad de concentración, recuperarla a través de ejercicio de meditación o mindfulness resulta vital.
Buscar espacios para la concentración mental, lejos del ruido y la desinformación, forma parte de esa serie de hábitos que podemos adoptar, incluso en nuestro lugar de trabajo.
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