Smart Working
El smart working es una modalidad de teletrabajo. Supone el trabajo a distancia o trabajo en remoto a través de medios digitales, pero además incluye un grado extra de flexibilidad.
Claves del smart working
Workation, homeoffice, trabajo nómada, trabajo móvil… Los conceptos en torno al teletrabajo se acrecientan en la medida en que esta modalidad se implanta. El smart working es uno de ellos, con grandes dosis de autogestión y flexibilidad.
El smart working es un modelo de trabajo inteligente. El término anglosajón
pone al servicio del empleado o empleada todas las herramientas tecnológicas y digitales a su alcance, especialmente TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) no solo para facilitar el trabajo a distancia o teletrabajo, sino para hacer del mismo un sistema mucho más operativo, eficiente, eficaz y rentable.
De hecho, esta fórmula es común en entornos laborales donde se trabaja en base a proyectos y por objetivos, dejando un gran margen de acción a los y las profesionales en cuanto a la elección del cómo, dónde y cuándo.
A través del smart working los y las profesionales tienen derecho a la movilidad absoluta, flexibilidad horaria total y un trabajo que se ordena en torno a objetivos medibles y programados en el tiempo.
Si bien precisa de altas dosis de cooperación, coordinación, responsabilidad, confianza en el resto del equipo y apoyo en herramientas colaborativas de trabajo como características innatas al smart working.
Eso no quiere decir que los trabajadores y trabajadoras no estén sujetos a la legislación vigente. Como el resto, tanto empresas como plantilla han de cumplir los preceptos del Estatuto de los Trabajadores, la Ley 10/2021, de 9 de julio, de trabajo a distancia, la normativa respecto al Derecho a la desconexión y un largo etcétera que vele por los intereses de los trabajadores y trabajadoras, así como de la empresa.
Ventajas para la empresa de adoptar un modelo de smart working
La clarificación de tareas y objetivos de cada empleado y empleada, y del equipo de trabajo del que forma parte.
Mayor trazabilidad del progreso de las distintas tareas en forma y tiempo, aumentando la efectividad en la gestión de las actividades diarias y del proyecto.
Apuesta decidida por el desarrollo y la innovación en tecnologías.
Mayor productividad de la plantilla derivada de la capacidad de optimizar su trabajo, aumentar su rendimiento y flexibilizar sus condiciones de trabajo.
Mejores condiciones para la captación de nuevo talento, ese que busca más flexibilidad, facilidades y confianza en su desempeño.
Constitución de plantillas corales, eminentemente inclusivas y diversas. Plantillas que pueden ser internacionales y multiculturales.
Ahorro en costes derivados del mantenimiento de puestos fijos en oficinas.
Creación de equipos de alto potencial, con miembros que se sienten respetados y seguros de sí mismos.
En definitiva, el smart working trae consigo una mejor cualificación en competencias técnicas: herramientas digitales, colaborativas, ágiles, etc., y mayores dosis de motivación, pues las personas cuenta con total libertad para administrar sus tiempos y cumplir con sus objetivos de la forma que considere,