Tipos de liderazgo
Los tipos de liderazgo responden al modo en que la alta dirección empresarial gestiona y administra a sus empleados y empleadas.
Estos tipos de liderazgo han cambiado a lo largo de las décadas y muy especialmente en los últimos años, fruto del punto de inflexión que atraviesa tanto la forma de entender el empleo por parte de la sociedad como los nuevos requisitos impuestos por la coyuntura económica, financiera y política actual o las consecuencias que las tecnologías disruptivas tienen sobre los modelos de trabajo.
Claves en los tipos de liderazgo
Existen varios tipos de liderazgo reconocidos y que han tomado cierta relevancia con el paso de los años durante las últimas décadas del siglo pasado:
Liderazgo autocrático: el líder toma decisiones de manera unilateral, sin consultar al resto del equipo. Es efectivo en situaciones de crisis o cuando se necesita una dirección rápida y decisiva, pero puede llevar a la desmotivación y falta de compromiso de los empleados y empleadas.
Liderazgo democrático o participativo: involucra a los miembros del equipo en el proceso de toma de decisiones. Este estilo fomenta la colaboración, la creatividad y el compromiso, ya que los empleados y empleadas se sienten valorados y escuchados. Hoy en día, todo estilo de liderazgo se asienta sobre esta tipología (véase Liderazgo participativo).
Liderazgo Laissez-faire: También conocido como liderazgo delegativo, este estilo se caracteriza por la mínima intervención del líder, permitiendo que los empleados tomen sus propias decisiones y haciendo este las veces de asesor o consultor. Es efectivo cuando los miembros del equipo están altamente capacitados y gozan de altas dosis de autonomía a la hora de llevar a cabo sus tareas o conquistar sus metas. Puede resultar ineficaz si deriva en una falta de dirección y cohesión. (Véase Liderazgo Laissez-faire).
Liderazgo transaccional: Se basa en un sistema de recompensas y castigos para gestionar a los empleados y empleadas. Los y las líderes transaccionales establecen objetivos claros y supervisan el desempeño, recompensando los logros y corrigiendo los errores. Es útil para mantener el orden y la eficiencia, pero limita la innovación y la creatividad, también puede generar ambientes de trabajo negativos y desmotivación.
En la actualidad, han surgido varios tipos de liderazgo que se enfocan en aspectos más humanísticos y colaborativos, en respuesta a los cambios en las expectativas laborales y organizacionales, y que centran sus esfuerzos en elevar la capacidad de I+D+i de los equipos, es decir, en invertir en mayor capacitación de las plantillas y adquisición de habilidades blancas. Estos son algunos ejemplos:
Liderazgo Transformacional: Este estilo o tipo de liderazgo se centra en inspirar y motivar a los y las profesionales para lograr cambios significativos y desarrollar su potencial. Los líderes transformacionales crean una visión compartida y fomentan la innovación y el crecimiento personal, de tal forma que estos recalen en un crecimiento de la empresa. Es decir, potenciar a los individuos para potenciar a la organización. (Véase Liderazgo transformacional).
Liderazgo carismático: Se basa en la personalidad y el encanto del líder para influir y motivar a los seguidores. Un ejemplo claro es el de Apple con Steve Jobs. Las y los líderes carismáticos son capaces de inspirar entusiasmo y lealtad, pero este estilo puede depender demasiado de la permanencia de dicha persona en la empresa.
Liderazgo situacional o adaptativo: Según este enfoque, los líderes deben adaptar su estilo de liderazgo a las circunstancias específicas y las necesidades del equipo. Puede combinar elementos de otros estilos de liderazgo dependiendo del contexto y los desafíos presentes. Es capaz de ajustar su enfoque según las circunstancias cambiantes y los desafíos emergentes. Este estilo es especialmente útil en entornos de alta incertidumbre y cambio constante (véase Liderazgo situacional).
Liderazgo humanista: Este tipo de liderazgo se centra en el bienestar integral de los empleados y empleadas, considerando sus necesidades emocionales, psicológicas y sociales como prioritarias. Los líderes humanistas promueven un ambiente de trabajo empático y respetuoso, valorando la dignidad y el desarrollo personal de cada miembro del equipo.
Otros tipos de liderazgo que son tendencia son el Liderazgo Inclusivo: los y las líderes inclusivas se esfuerzan por crear un ambiente de trabajo donde todas las voces sean escuchadas y valoradas, promoviendo la diversidad y la equidad (Véase Liderazgo inclusivo); Liderazgo consciente, los y las líderes conscientes practican la introspección y la reflexión, fomentando una cultura organizacional basada en la empatía, la claridad y la intención, o Liderazgo sostenible: se enfoca en la creación de valor a largo plazo para todas las partes interesadas, incluyendo el medio ambiente.
Estos estilos de liderazgo modernos reflejan una evolución hacia enfoques más inclusivos, adaptativos y centrados en las personas, respondiendo a las demandas de un mundo laboral en constante cambio y a las expectativas crecientes de empleados y empleadas, pero también de la sociedad en general.