Cómo funciona el contrato de prácticas en una empresa
Ríos de tinta (y de malestar) han corrido en lo que respecta al contrato de prácticas. A menudo abusivos, la legislación ha tenido que adaptarse para dar salida a las exigencias de los nuevos profesionales. Y también para acabar con actitudes perversas de ciertas empresas al amparo de las debilidades estructurales del mercado laboral.
Pero ¿a qué nos referimos hoy en día cuando hablamos de contrato en prácticas?
¿Qué es un contrato de prácticas?
El contrato en prácticas o contrato formativo para la obtención de la práctica profesional es aquel que: tiene por objeto la obtención de la práctica profesional adecuada al nivel de estudios o de formación objeto del contrato. Así lo establece el artículo 11.3 del Estatuto de los Trabajadores. Además, dispone que esa práctica se obtendrá mediante la adquisición de las habilidades y capacidades necesarias para el desarrollo de la actividad laboral correspondiente al título obtenido por la persona trabajadora con carácter previo.
Este contrato en prácticas ha sido concebido como una herramienta para facilitar la entrada de las personas jóvenes (que han acabado su etapa de formación) al mercado laboral. De hecho, consta de incentivos públicos a las empresas por su contratación con el fin de fomentar esta.
Características de un contrato de prácticas
El contrato en práctica presenta características propias y definidas por la legislación vigente.
Así, un contrato en prácticas debe responder a un plan formativo individualizado y diseñado de antemano. En este, la empresa debe aclarar el objetivo del contrato en prácticas y las tareas a desempeñar. Además, la empresa tiene la obligación de asignar una persona tutora que será un trabajador de la empresa cualificado.
Como cualquier otro, el contrato de prácticas debe formalizarse por escrito y comunicarse al Servicio Público de Empleo Estatal. En el documento han de aparecer los siguientes datos:
- La titulación del trabajador en prácticas.
- La duración del contrato, que no puede ser inferior a seis meses ni exceder un año (salvo prórroga).
- El puesto o funciones a desempeñar.
Las personas sujetas a un contrato en prácticas no pueden realizar horas extraordinarias y su retribución debe corresponder con la fijada en el convenio colectivo de la empresa. Eso sí, esta nunca puede ser menor al salario mínimo interprofesional.
También existe un periodo de prueba para los empleados con un contrato en prácticas. Este, normalmente, no puede exceder de un mes.
Requisitos para hacer un contrato de prácticas
Para poder suscribir un contrato en prácticas es necesario estar en posesión de un título universitario o de un título de grado medio o superior. También son considerados los títulos equivalentes de enseñanzas artísticas o deportivas.
Sin embargo, este no es el único condicionante a tener en cuenta por empleados y por empresas::
- El contrato en prácticas debe suscribirse dentro de los tres años siguientes a la finalización de los estudios. En el caso de personas con discapacidad, el margen de tiempo aumenta hasta los cinco años.
- Si la persona en cuestión ha trabajado ya en esa empresa por un tiempo superior a tres meses, no podrá suscribirse el contrato en prácticas salvo excepciones, como el haberlo hecho mediante un contrato formativo previo y por un tiempo establecido y tipificado.
- No puede contratarse a través de esta modalidad a un trabajador que ya haya estado sujeto a dicho contrato en otra empresa. Al menos no si ya se han cumplido los máximos establecidos y por la misma titulación.
Estos serían, a grandes rasgos, los requisitos a tener en cuenta. Aunque siempre encontraremos salvedades. Por esa razón, es necesario informarse previamente en la página web de la autoridad competente o mediante consulta al departamento de Recursos Humanos de la empresa que nos va a contratar.
Beneficios de un contrato en prácticas
Los beneficios de los contratos en prácticas son numerosos para ambas partes y para el mercado laboral en general.
Por un lado, se estimula la contratación de profesionales sin experiencia previa. Por otro, se ofrece una alternativa a las personas jóvenes de introducirse en el mercado laboral. Y no solo eso, de hacerlo además a través de una modalidad que les permite formarse adecuadamente y que preserva sus derechos como trabajadores.
Para las empresasa, el contrato en prácticas es igualmente de una fórmula beneficiosa.
Desde el plano organizativo, la organización estará ganando, a través de este tipo de contrato laboral, talento humano que podrá formar exprofeso para el cumplimiento de las tareas asignadas.
En el plano económico, las empresas también salen ganando. Las conversiones a contratos indefinidos a tiempo completo o a tiempo parcial de los contratos en prácticas conllevan bonificaciones en las cuotas empresariales a la Seguridad Social:
- 500 euros al año, durante tres años, de manera general.
- 700 euros al año si el contrato es suscrito por una mujer.
Estas bonificaciones afectan a empresas de menos de 50 en el momento de la contratación.