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¿Qué son los incentivos de empresa? Tu plan en 3, 2, 1…

Cobee Team |

Si tienes claro que quieres apostar por el talento de tus trabajadores, diseñar un buen plan de incentivos de empresa es una herramienta fundamental para conseguirlo. Desde pequeños nos han enseñado que las acciones buenas siempre tienen recompensa… Y parece que la fórmula también es aplicable al lugar de trabajo.

Los incentivos para los trabajadores se han convertido en una palanca para mejorar y reactivar el bienestar, la satisfacción y el sentimiento de pertenencia a la empresa. Eso sí, es importante ir paso a paso, tener claros los objetivos, los tipos de incentivos y sobre todo, las necesidades de esos empleados a los que queremos incentivar.

Tabla de contenidos

Qué son los incentivos laborales

Para tener la base clara, vamos a quien más sabe de definiciones. Según la RAE, un incentivo es “un estímulo que se ofrece a una persona, grupo o sector de la economía con el fin de elevar la producción y mejorar los rendimientos.” Aplicado al contexto empresa-empleado, estaríamos hablando de esas iniciativas, acciones y reconocimientos con las que la empresa pretende motivar y “despertar” a sus empleados. 

El día a día puede ser duro; la rutina, la monotonía, la desmotivación y el burnout acechan al empleado con bastante asiduidad. Pero el día a día puede, también, ser mucho más productivo, dinámico y gratificante si el empleado sabe que hay algo de “recompensa”. A continuación, veremos qué tipos de recompensa hay y el impacto sobre el empleado. 

Tipos de incentivos laborales

Ya tenemos el significado y el objetivo claro. ¿Cómo llegar a él? Pues dependiendo precisamente de ese objetivo y del presupuesto, los caminos a elegir son: 

Incentivos económicos: Hablamos aquí de viejos conocidos, de esas recompensas dinerarias que reciben los empleados por haber cumplido un determinado objetivo: un bonus, paga extraordinaria, una comisión… Aunque no sea un importe económico como tal, un viaje costeado por la empresa, entraría también en esta categoría ya que equivalen a un incentivo económico o material. 

Incentivos no económicos: Este grupo no tiene formato monetario sino emocional, va directo al bienestar del empleado y se puede presentar en numerosas formas. Desde un reconocimiento público o una promoción interna, a medidas relacionadas con la conciliación laboral, la flexibilidad horaria, días de vacaciones extra… Ni su apariencia ni su valor son económicos, aunque, como veremos más adelante, su impacto en el empleado puede ser mucho mayor. 

¿Por qué tu empresa necesita un plan de incentivos laborales?

Si eres consciente de la importancia de tus empleados y has dado el paso de colocarlos en el centro de la empresa, seguro que ya has puesto a prueba algún plan de incentivos, por pequeño que sea. 

No se trata de ir ofreciendo a lo loco, no, según descubras nuevos planes de incentivos en este y otros posts. Como todo, necesitamos identificar una necesidad, elegir los mejores incentivos para tus trabajadores y, claro, analizar el retorno y los resultados. 

En cuanto a las necesidades, podemos identificar 5 escenarios muy comunes en empresas que deciden poner en marcha un plan de incentivos: 

  • Necesito motivar a la plantilla
    Si los empleados están desmotivados y desde RRHH o algún otro equipo se ha dado el aviso, hay que tomar cartas en el asunto. En muchas ocasiones, se comete el error de pensar que la motivación va unida a la subida de sueldo. Y nada más lejos de la realidad.

    Lo primero es detectar esas razones que hacen que la motivación caiga. A partir de ahí, analizar los perfiles de cada empleado y ofrecerles estímulos personalizados en forma de beneficios, hará que el sentir general cambie.

IDEA: Hay incentivos de fácil integración como la jornada intensiva los viernes o los meses de verano que puede mejorar considerablemente la motivación y disposición de muchos empleados.

  • Necesito aumentar (o al menos intentarlo) la productividad de la plantilla
    Quizá uno de los escenarios más comunes en cuanto a objetivo de empresa.

    En muchos casos, la forma más rápida de aumentar la productividad es ofrecer un incentivo económico. Sin embargo, tras la rápida irrupción del teletrabajo se ha comprobado cómo esta medida también puede tener un impacto directo en la productividad de los empleados. Según un informe de Capgemini, el teletrabajo aumenta un 22% la productividad española.

IDEA: Si en tu empresa no existe libertad de elección, para trabajar en la oficina o en remoto, pon en marcha un proyecto piloto y comprueba los resultados a corto plazo.

  • Necesito retener a parte de la plantilla
    Muchas organizaciones sufren mes a mes la alta rotación de la plantilla. La demanda de perfiles técnicos y cada vez más especializados ha hecho que el mercado del trabajo se revolucione. Hay ingenieros y científicos de datos que pueden recibir hasta 3 ofertas de empleo en el mismo día.

    Una empresa con una fuerte cultura, buen clima y un plan de incentivos potente conseguirá que sus empleados no necesiten buscar fuera y fomentará las posibilidades de que se queden en la empresa.

IDEA: Si no tienes presupuesto para ofrecer incentivos económicos, apuesta por un plan de Retribución Flexible. Conseguirás mejorar el bienestar de tus empleados y su nivel adquisitivo sin necesidad de asumir costes adicionales.

  • Necesito controlar el crecimiento de la plantilla
    La plantilla se ha duplicado rápidamente en menos de un año y el ritmo de crecimiento y la falta de recursos ha impedido cuidar otros aspectos, como el de los incentivos.

    Si estáis en un pico de crecimiento, es muy importante que los nuevos empleados tengan claros los valores de la empresa, su apuesta por los empleados y su reconocimiento dentro de la misma. Los incentivos no económicos pueden ser definitivos para conseguir que el empleado se sienta motivado. 

IDEA: Crea una encuesta de beneficios no salariales y pregunta a tu plantilla cuál sería el que más valorarían. Puede que una ayuda para conciliar la vida laboral y personal sea la respuesta. Y no cuesta nada.

  • Necesito reconocer el trabajo de la plantilla
    2020 fue un año duro y, aún así, los números son buenos y la empresa sigue creciendo. Los empleados han respondido y es el momento de decir gracias.

    El reconocimiento es la asignatura pendiente en muchas empresas que simplemente esperan que el empleado responda porque así está definido en el contrato. En contraposición, las grandes empresas y startups tecnológicas huyen de este sistema conscientes de que son sus empleados los que hacen que la empresa sea lo que es. 

IDEA: Destina parte del presupuesto a un único beneficio social bonificado por la empresa en su totalidad. Seguro médico, formación, comidas y transporte… Los gastos son 100% deducibles del Impuesto de Sociedades.

Beneficios del plan de incentivos laborales

Como comentábamos al principio, ahora que el empleado está en el centro de la organización, los objetivos han cambiado. Hoy en día la mayoría de los equipos de Recursos Humanos tienen muy presente la Experiencia del Empleado dentro de cualquier acción que ponen en marcha. 

Los incentivos de la empresa suponen una serie de ventajas que son también ventajas propias dentro de la experiencia del empleado:

  • Motivación: un empleado que cuenta con algún tipo de incentivo en su empresa trabajará más motivado, sabiendo que alguien piensa en su bienestar más allá del salario.
  • Productividad: trabajar a gusto, trabajar con buen ambiente y en un lugar donde se reconozca el trabajo tendrá un impacto directo en la productividad del empleado.
  • Desarrollo personal: invitar al empleado a sentirse bien y apostar por su futuro dentro de la empresa impactará directamente en su crecimiento personal.
  • Atracción y retención de talento: los incentivos, tanto económicos como no económicos, son un reclamo cada vez más importante para atraer nuevos talentos y conseguir que los actuales se sientan felices y comprometidos.

Cómo crear un plan de incentivos de empresa

Ahora sí, ya tienes todos los ingredientes… Solo queda decidir los incentivos y poner el plan en marcha. Aquí reside el secreto del éxito, ya que “decidir los incentivos” es un trabajo extraordinario que requiere de un estudio y una personalización para que cada uno de los empleados se sienta identificado y reconocido. Te contamos los 5 pasos que debes seguir para crear un plan de incentivos laborales y que nada falle: 

1. Marca tus objetivos

Volvemos al ¿por qué necesito un plan de incentivos laborales? del punto 3. Antes de empezar, conviene estudiar a fondo el objetivo que queremos cumplir y las herramientas que tenemos para llevarlo a cabo.

Si tienes presupuesto, no lo malgastes. Estudia las posibilidades y crea diferentes escenarios para diferentes grupos de empleados.

2. Pon cara y nombre a tus empleados

Lo repetimos mucho, no nos cansamos: el café para todos ya no se lleva.

Y no por moda, sino porque se ha demostrado que no cumple los objetivos perseguidos. ¿Cuáles son las inquietudes de tus empleados? ¿Qué necesitan? ¿Qué incentivos tendrán mayor impacto?  Si quieres triunfar, pregunta y personaliza.

3. Selecciona los incentivos

Crea una tabla con los incentivos potenciales, el coste de los mismos y el objetivo que pretendes cumplir. Si además has pedido opinión a tus empleados, podrás elegir los más votados. Te recomendamos que comiences poco a poco, por ejemplo por los no económicos, ya que seguramente algunos de ellos consigan el efecto que buscas sin necesidad de añadir más.

4. Comunica tu plan 

Comunica a tus empleados sus nuevos incentivos a lo grande. Que todo el mundo sepa que algo ha cambiado y que, además, se dé al esfuerzo de RRHH la importancia que merece. 

5. Analiza los efectos de tu plan

Si algún empleado se ha acercado a comentarte algo, si has recibido algún mail o has sido testigo del aumento de la motivación… ¡objetivo cumplido! De todas formas, te recomendamos, una vez más, que lleves a cabo algún tipo de seguimiento ya sea automatizado o vía formulario para conocer el impacto de tu acción. 

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