Qué es el liderazgo inclusivo
El liderazgo inclusivo trata de impulsar un modelo laboral más integrador, es decir, más justo y capaz, desde el seno de la empresa. Es un estilo de liderazgo con un enfoque eminentemente humanista, que pone a las personas en el centro de la organización y su bienestar, por encima de los beneficios empresariales.
Interés por las personas y relaciones sociales
El liderazgo inclusivo en las empresas es cada vez mayor. Porque quienes se ponen al frente de los equipos de trabajo saben cómo ejercerlo. Y porque cuentan con el apoyo de toda una estrategia coordinada desde las instituciones europeas en favor de la inclusión.
Por ejemplo, los y las líderes de hoy tienen claro que la discriminación laboral puede acabar con una empresa. De ahí que cada vez sean más comunes las políticas de empresa dirigidas a aumentar la cuota femenina en los puestos de dirección o los programas de inclusión para empleados y empleadas con capacidades diferentes.
El interés por hacer de nuestro tejido empresarial un escenario integrador se refleja en la normativa más reciente. Un buen ejemplo es el último decreto en favor de la transparencia e igualdad salarial.
El estilo de liderazgo inclusivo en empresas
Existen ejemplos de liderazgo inclusivo que pueden tomarse como referencia. El de Telefónica es uno de ellos.
La compañía de telecomunicaciones apuesta por un liderazgo inclusivo, diverso y justo. Lo hace a través de una política empresarial con objetivos ambiciosos respecto a la presencia de la mujer en posiciones de liderazgo. Según la organización, esta última se vió incrementada en un 1,6 % durante el pasado año. Y el objetivo de cara a 2024 es conseguir que el 33 % de los puestos directivos estén ocupados por mujeres.
Y es que, el concepto de empresa inclusiva es indisoluble al de liderazgo. Las personas llamadas a dirigir e inspirar a las plantillas son las encargadas de velar por la diversidad en las empresas. Es decir, por equipos más heterogéneos que respondan a la realidad social y los nuevos perfiles del mercado de trabajo.
Encontramos otro ejemplo de liderazgo inclusivo de la mano de Lilly, una de las empresas impulsoras en 2018 de REDI, Red Empresarial por la Diversidad y la Inclusión LGBTI+. Esta organización interempresarial promueve la inclusión de empleados y empleadas LGBTI+ en el contexto empresarial español. Afortunadamente, cada vez son más los ejemplos de empresas y liderazgo inclusivo en España.
Ventajas y beneficios del estilo de liderazgo inclusivo
Las ventajas del liderazgo inclusivo en las empresas no dejan lugar a dudas. Estos son algunos de los beneficios de aplicar una estrategia DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) en la empresa:
- Las organizaciones se ven enriquecidas por un talento humano heterogéneo, capaz de aportar puntos de vista y enfoques muy distintos a la corporación, de moverse en escenarios muy diversos, de apostar por ideas diferentes..
- Los equipos de trabajo se muestran, por ello, más resilientes y capaces. También más innovadores.
- El ambiente de trabajo es más sano, transparente e igualitario. Más justo.
- Aumenta, así, la capacidad de fidelizar el capital humano: de retenerlo, pero también de captarlo. No solo porque la organización se abre a todo tipo de personas, sino porque estas se sentirán a gusto en su trabajo. Aumenta el employer branding.
Como suele decirse, en la diversidad reside la riqueza. De hecho, diversos estudios recientes señalan que las empresas inclusivas incrementan sus beneficios incluso en un 25 % más que las que no lo son.
Cómo fomentar el estilo de liderazgo inclusivo en organizaciones
Quizás lo más difícil del estilo de liderazgo inclusivo sea lograr cohesionar al equipo sin menoscabar la singularidad de cada participante. Es decir, promover el desarrollo profesional y humano de la plantilla, su crecimiento, desde el respeto y la colaboración mutuos.
Para ello, el liderazgo inclusivo debe cultivar varios aspectos:
- El trabajo en equipo y la cooperación.
- La escucha activa a través de diferentes canales bidireccionales.
- La total transparencia, también salarial, para evitar las brechas de género, de edad o de talento.
- La empatía, a través de planes de beneficios empresariales flexibles y personalizados que cubran las necesidades específicas de todas y todos los trabajadores.
- La implementación de la cultura de la tolerancia mediante planes de sensibilización concretos.
- La implementación de una cultura inclusiva que comience en el proceso de reclutamiento y pase por la adopción de beneficios inclusivos como la conciliación o la flexibilidad laboral.
Para finalizar, el liderazgo inclusivo debe considerar el análisis de factores medibles y cuantificables. Aquellos que muestren cuán efectiva está siendo su apuesta por las estrategias DEI dentro de la empresa.