Derecho a la desconexión digital: qué es y cómo afecta a los trabajadores
Hablar del derecho a la desconexión digital hace tan solo una década era impensable. A pesar de que herramientas como WhatsApp comenzaban a usarse y la BlackBerry era objeto de culto, el derecho a la desconexión hubiera sonado a ciencia ficción para la mayoría de los empleados y empleadas.
Entonces no podíamos llegar a imaginar lo que supondría llevar un teléfono inteligente en el bolsillo las 24 horas al día. Hoy, ha sido necesario legislar al respecto para garantizar el descanso de los equipos de trabajo.
¿Qué es el derecho a la desconexión digital?
El derecho a la desconexión digital es aquel que ampara a los empleados y empleadas que no desean conectarse a ningún dispositivo digital con fines profesionales en períodos de descanso y vacaciones. Esto significa no responder a mensajes, videollamadas o correos electrónicos cuando no se está dentro de la jornada laboral. Es más, las plantillas pueden incluso apagar sus dispositivos si no están en horario de trabajo así como negarse a atender llamadas o responder emails.
¿Por qué es importante el derecho a la desconexión digital?
Porque a pesar de que un mando superior, inferior o paritario no debe contactar con un empleado o empleada para fines profesionales una vez fuera del horario de trabajo, pues se consideraría precisamente eso, trabajo, la realidad es que dicha norma no se cumplía.
Ahora, gracias a la nueva normativa, simplemente no se puede. Y si se da el caso, el o la profesional tiene derecho a no contestar. Es más, puede incluso denunciar a las empresas o profesionales que no respetan este derecho.
¿Cómo afecta la falta de desconexión digital a los trabajadores?
El derecho a la desconexión digital se ha creado con tres fines: para facilitar la conciliación, para preservar la privacidad y para evitar el abuso de ciertas empresas o profesionales respecto a la disponibilidad de sus plantillas.
En una era de hiperconexión en la que el teletrabajo toma ventaja y los casos de estrés laboral y ansiedad conquistan cifras records, era necesario garantizar el respeto del tiempo de descanso.
¿Por qué? Porque los y las profesionales se sentían desprotegidos ante las continuas interrupciones de sus empresas. Estas se habían acostumbrado, en los últimos años, a echar mano de sus empleados sin importar el dónde, el cuándo o el cómo gracias al soporte que les brindan las nuevas tecnologías.
Esta circunstancia, sin embargo, produce un profundo malestar en los equipos de trabajo. Estos ven invadida su intimidad e incrementada su sobrecarga mental, cuando no de trabajo, especialmente en periodos vacacionales y presas del vacío legal al respecto. Por no hablar de los efectos negativos que tiene sobre la salud mental la hiperconectividad.
Legislación sobre el derecho a la desconexión digital
En Europa, el derecho a la desconexión digital es una prioridad. De hecho, y aunque aún no existe una Directiva al respecto, su preservación entra dentro de las líneas de actuación a favor de la salud en el trabajo para esta década.
En España, el derecho de las personas a desconectarse fuera del trabajo está regulado. Lo recogen la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales y la Ley 10/2021, de 9 de julio, de trabajo a distancia. Además, encontramos varias sentencias que han tratado de esclarecer la correcta aplicación del derecho a la desconexión digital en determinadas empresas.
- ¿Qué dice la ley sobre el derecho a la desconexión digital?
La ley de 2021 sobre trabajo a distancia establece que las empresas deben garantizar el derecho a la desconexión digital mediante la limitación del uso de los soportes tecnológicos durante los periodos de descanso. No importa si el o la profesional realiza su trabajo de manera parcial o total en remoto o desde el hogar. La empresa ha de proteger la intimidad y el descanso de su plantilla, incluso cuando hace uso de dispositivos facilitados por la propia empresa.
- ¿Cuáles son las empresas obligadas a garantizar el derecho a la desconexión digital?
En nuestro país, toda empresa está obligada a garantizar el descanso de los empleados y empleadas a través de este derecho. ¿Cómo? Procurando, tal y como señalan distintas iniciativas europeas, su ejercicio mediante la correcta ordenación de los tiempos de trabajo y la preservación del equilibrio entre la vida personal y laboral.
De hecho, son muchos los departamentos de RRHH que han comenzado ya a elaborar planes destinados a consolidar este derecho. Dichas medidas brindan a las plantillas herramientas digitales que permiten respetar el derecho a la desconexión digital, así como protocolos de actuación al respecto.
Las empresas que incurren en el incumplimiento de este derecho pueden verse obligadas a hacer frente a multas que pueden llegar a superar los 200.000 euros en caso de ciberacoso laboral.
Consejos para desconectar digitalmente y mejorar el bienestar laboral
Hasta hace bien poco, lo normal era recibir emails fuera del horario de trabajo, así como llamadas o mensajes, especialmente si el o la profesional contaba con un dispositivo proporcionado por la empresa. Hoy en día, el derecho a la desconexión digital prevalece, aunque queda mucho camino por recorrer.
- ¿Cómo desconectar del trabajo fuera del horario laboral?
Una buena forma de ejercer nuestro derecho a la desconexión digital es apagar o silenciar los dispositivos digitales que empleamos de manera exclusiva para usos profesionales cuando estamos en horas de descanso. Otra es, simplemente, no atender llamadas y no contestar mensajes. Existen aplicaciones que permiten incluso bloquear cualquier interferencia en el rango horarios que indiquemos.
- ¿Cómo fomentar una cultura de desconexión digital en la empresa?
Lo más factible y eficaz es adoptar un plan con medidas que garanticen el derecho a la desconexión digital de todos los empleados y empleadas.
Este plan puede contemplar medidas muy útiles como:
- El control de horarios.
- Las medidas de conciliación y la flexibilidad horaria.
- La adopción de técnicas para aumentar el rendimiento y la eficiencia de la plantilla.
- La formación de los equipos respecto a la necesidad de garantizar el derecho a la desconexión y las consecuencias de no hacerlo.
Y es que, ante la pregunta ¿qué beneficios tiene el derecho a la desconexión digital para el trabajador y la empresa? La respuesta es muchos y de enorme calado. El derecho a la desconexión digital se ha convertido en más que una ventaja laboral. Hoy en día es un requisito indispensable para los nuevos talentos, a quienes les preocupa en mayor medida su bienestar físico y emocional.
En definitiva, la desconexión digital se abre hueco entre las medidas llamadas a atraer y retener talento. Y a crear un clima de trabajo propicio que permita la continuidad de la empresa.
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