La salud mental en el trabajo: claves para mejorarla
Cada vez se habla más de salud mental, afortunadamente. Y también de salud mental en el trabajo, ya era hora… Porque buena parte de los problemas de salud mental de los españoles empiezan y acaban en el ámbito laboral.
La importancia de la salud mental en el trabajo
La pandemia sanitaria ha tenido un efecto nefasto sobre la salud mental de la población. Los casos de estrés, ansiedad y depresión se han disparado como nunca y la salud mental en el trabajo se ha visto resentida. Los últimos estudios señalan que uno de cada tres trabajadores ha padecido problemas de salud mental últimamente.
No es de extrañar, por tanto, que la OMS (Organización Mundial de la Salud) reconociera a principios de año el denominado síndrome del burnout o síndrome del trabajador quemado como enfermedad laboral y motivo de baja.
No preservar la salud mental en el trabajo es, pues, un grave problema para las empresas, en particular, y para la sociedad, en general. Pues las implicaciones trascienden el entorno laboral, dejando ver sus devastadoras consecuencias en el ámbito personal de los empleados.
Problemas como las situaciones de estrés crónico o ansiedad derivan en una fatiga manifiesta del trabajador y en un malestar generalizado, pero también en una incapacidad para comunicarse y relacionarse con los demás de forma saludable o para afrontar la vida con optimismo.
Razones para gestionar la salud mental de los trabajadores
¿Por qué debería preocuparse una empresa por la salud mental en el trabajo? Las razones son muchas y diversas.
Podríamos comenzar por las más prosaicas, por ejemplo, garantizar la productividad de los empleados y su adhesión a los objetivos de la empresa, o mantener la calidad de los servicios y de la atención al cliente.
A estas podríamos sumar la capacidad para mantener un nivel de rotación en la plantilla muy bajo, cero accidentalidad o una tasa de bajas y ausencias mínima.
Pero existen otras razones mucho más importantes y que juegan en favor de la empresa, al menos de su futuro y mayor éxito comercial.
Nos referimos a las siguientes:
- Una mayor implicación de los trabajadores en su actividad, capaces de desempeñar tareas de forma más eficiente y efectiva.
- Elevadas cotas de innovación y creatividad por parte de profesionales motivados en su día a día.
- Un buen ambiente de trabajo, en el que existe una predisposición a establecer relaciones sociales amigables y capaz de atraer talento cualificado en un mercado laboral cada vez más competitivo.
- Una plantilla feliz que transmite esa seguridad en sí misma y en lo que hace a los demás: clientes, usuarios, proveedores, etc.
Todas estas razones son fruto de dos condiciones previas: bienestar y satisfacción en el puesto profesional. Sin estas, hacer prevalecer la salud mental en el trabajo resulta misión imposible.
Y es que, un trabajador feliz y que se siente realizado y valorado es un trabajador proclive a mantener una excelente salud mental, dispuesto a dar mucho más de sí y disfrutar con ello.
Directrices para la prevención de la salud mental en el ámbito laboral
Prevenir la salud mental en el trabajo es sencillo si existe voluntad.
Cierto es que, en los últimos años, la incertidumbre ha jugado un papel decisivo en el estado de las plantillas, inseguras de su futuro. Sin embargo, más allá de causas sanitarias, macroeconómicas o políticas, ajenas ciertamente al poder de actuación de la empresa, existen otros factores que sí dependen directamente de esta.
La motivación de los empleados y su satisfacción dentro de la empresa están ligados enormemente a la capacidad de Recursos Humanos para:
- Promover la capacitación y la proyección de los profesionales en la empresa.
- Evitar la sobrecarga de trabajo.
- Velar por la igualdad, el respeto y la transparencia.
- Mejorar el sueldo emocional de los empleados.
- Procurar la conciliación.
- Motivar un ambiente de trabajo agradable.
Podríamos dar más pistas sobre cómo salvaguardar la salud mental de los trabajadores. Sin embargo, las anteriores reflejan el espíritu que debe reinar en el seno empresarial. Aquel que pone al trabajador y su bienestar en el centro de la empresa.
Planes para promover la salud mental en el trabajo
Para hacerlo de forma organizada, para poner en marcha un plan empresarial que salvaguarde la salud mental en el trabajo, el departamento de RRHH puede valerse de herramientas concretas.
Existen sistemas de evaluación, instrumentos de medida y metodología al respecto, así como estrategias de intervención a nivel personal, interpersonal y organizativo que incluyen propuestas como:
- Programas de promoción del trabajo en equipo.
- Oportunidades para la formación continua y desarrollo del trabajo.
- Aumento del grado de autonomía de los empleados.
- Definición efectiva de tareas, roles y objetivos.
- La mejora de las redes de comunicación y participación.
- Flexibilidad horaria.
Un plan para la salud mental en el trabajo que incluya propuestas como estas, confeccionado a la medida de la empresa y de las necesidades de todos sus trabajadores, será el pilar fundamental de una plantilla sana y equilibrada.
Puedes consultar en nuestro Informe Sobre la Salud Laboral en las empresas el decálogo para mejorar la salud laboral en tu compañía.