Resiliencia en el trabajo: clave para el éxito y bienestar laboral

Cobee Team · 

resiliencia en el ámbito laboral

Hablar del futuro de las organizaciones es hablar de resiliencia en el trabajo. Esta cualidad se ha convertido en un criterio indispensable de las nuevas plantillas. Lo es para encarar una década de transformaciones intensas e incertidumbre. Y también para hacer frente a los desafíos que nos ocupan: asunción de tecnologías disruptivas, sostenibilidad, etc.

De hecho, la resiliencia en el trabajo es una habilidad blanda que se pide no solo a los y las profesionales, sino a ese liderazgo transformación que se demanda en las organizaciones.

Definición de resiliencia en el trabajo

Íntimamente ligada al concepto de gestión del cambio, la resiliencia (y en concreto la resiliencia en el ámbito laboral) es la capacidad de una persona, grupo u organización para enfrentar, adaptarse y superar situaciones adversas o crisis.

Este concepto implica, sin embargo, no solo resistir frente a las dificultades, sino salir de ellas fortalecidos y fortalecidas. Es decir, con mayores recursos estratégicos a nuestro favor. Es, por tanto, esa cualidad que nos lleva a transformar los desafíos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.

Concepto de resiliencia aplicado al entorno laboral

La resiliencia es hoy por hoy un término innato al de sostenibilidad empresarial. No habrá organización que resista en el tiempo si no incorpora a su cultura de empresa la resiliencia en el trabajo.

Así pues, esta debe ser desarrollada de forma individual, por cada profesional implicado en la actividad empresarial. Pero también de manera colectiva y descendente. Es decir, de la dirección empresarial hacia las bases de la organización. La resiliencia es, hoy por hoy, una característica muy demandada en los nuevos perfiles profesionales.

Diferencias entre resiliencia personal y profesional

La resiliencia en el ámbito laboral no entraña muchas diferencias respecto al personal.

Cierto es que mientras la segunda se refiere a la habilidad individual para gestionar y superar desafíos en la vida personal, por ejemplo, problemas de salud, pérdidas familiares… La primera se refiere a la capacidad de adaptarse y prosperar frente a cambios, presiones o dificultades en el ámbito laboral: el fracaso de proyectos, cambios en las condiciones de trabajo, uso de nueva tecnología…

Es decir, en ambos casos, nos referimos a situaciones que, si no se gestionan correctamente a nivel emocional y psicológico, pueden desembocar en fuertes episodios de estrés, ansiedad o depresión. Pero que, gracias a una fuerte resiliencia, pueden traer consigo importantes ventajas, tanto personales como para la organización.

Importancia de la resiliencia en el entorno laboral

La importancia de la resiliencia en el entorno laboral es tal que muchas organizaciones incluyen ya su desarrollo en los planes de gestión de personal. Concretamente en aquellos que versan sobre su capacitación, formación, desarrollo profesional y bienestar.

Las ventajas de incorporar la resiliencia en el entorno laboral como un activo en la empresa trae consigo enormes ventajas, tanto para los y las profesionales como para la entidad:

Beneficios para los empleados y la organización

  • Mejora de la gestión emocional, de la autoestima y del bienestar psicológico. 
  • Construcción de hábitos saludables, como el autocuidado, con un importante impacto sobre el rendimiento de los equipos de trabajo y los costes de empresa en bajas por IT.
  • Desarrollo de redes de apoyo dentro del ámbito laboral que generan un ambiente de trabajo colaborativo y más eficaz.
  • Disminución de los niveles de estrés en las plantillas debido a la incertidumbre, la inseguridad y el desconocimiento, y mantener la productividad.
  • Desarrollo de competencias como flexibilidad, inteligencia emocional y comunicación asertiva.
  • Transformación de errores o fracasos en aprendizajes para el futuro, creando así espacios proclives a la innovación y la creatividad.

No debe olvidarse que hoy por hoy, una de las causas de baja por IT más comunes es el estrés laboral. Y que este puede venir motivado por el denominado tecnoestrés. Es decir, la incapacidad de las plantillas a afrontar el cambio que supone el uso de tecnologías disruptivas. La resiliencia constituye una solución eficaz contra este tipo de fenómenos, cada vez más recientes en nuestra sociedad.

Impacto en la productividad y el bienestar laboral

En definitiva, el gran beneficio de la resiliencia se podría resumir en un mayor nivel de bienestar laboral para las plantillas y de productividad e innovación (es decir, competitividad) para las organizaciones. Resiliencia se convierte así en sinónimo de futuro.

No en vano, la resiliencia económica y ambiental se considera el nuevo binomio de la economía. Y el Gobierno de España introducía el vocablo en su estrategia para la nueva economía verde que habría de traer el progreso del país tras la pandemia sanitaria de la mano del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, España Puede

Además, el Informe Anual del FMI (Fondo Monetario Internacional) de 2024 lleva por título Resiliencia ante el cambio. Y la resiliencia se convertía también en una cualidad indispensable de los líderes globales para el Foro Económico Mundial a principios de año.

La palabra resiliencia ha resonado este 2024 alto y claro en todos los ámbitos económicos y sociales.

Factores que contribuyen a la resiliencia en el ámbito laboral

Pero, ¿qué factores contribuyen a la resiliencia en el ámbito laboral? Existen dos fundamentales:

Habilidades personales: adaptabilidad, gestión del estrés y resolución de problemas

Las denominadas habilidades blandas. Aquellas que pueden desarrollar los y las profesionales de manera individual. El objetivo: garantizar su capacidad de gestión eficaz y transformadora ante cualquier imprevisto o reto. Lo que se traduce en un mejor bienestar para dichas personas y en un mayor ratio de éxito para las organizaciones.

Apoyo organizacional: cultura empresarial, liderazgo positivo y recursos disponibles.

El apoyo de la empresa en el desarrollo de la resiliencia en el trabajo a través de una estrategia integral de mejora del bienestar emocional. ¿Por qué? Porque los nuevos talentos demandan a las compañías más herramientas para convertirse en mejores profesionales. Y eso se traslada a planes de beneficios que incluyan una oferta formativa en este sentido y en una cultura empresarial que crea en este valor y lo extienda por todas las capas de la organización.

Dicha oferta puede venir de la mano de talleres, contenidos online, charlas grupales, mentoría… Es decir, toda una serie de oportunidades para formar a los equipos de trabajo en capacidad de resiliencia. También a los roles de liderazgo, encargados en buena medida de sembrar la semilla del cambio en las organizaciones.

Cómo promover la resiliencia en el trabajo

Como hemos comentado, fomentar la resiliencia en el entorno laboral es clave para mantener la productividad, el bienestar de los empleados y empleadas, y la capacidad de la organización para adaptarse a los cambios.

Introducir la resiliencia en las empresas de la mano de medidas de bienestar emocional podría parecer obvio. Sin embargo, según el V Informe de Salud 2024: Estado de Salud Laboral en las Empresas, elaborado por Cobee, el 85% de las personas que trabajan en España no cuenta con medidas de bienestar emocional en su empresa.

Estas son algunas de las estrategias que pueden implementarse para promover la resiliencia en el trabajo:

  • Crear un entorno de trabajo seguro, de apoyo y de respeto que fomente la confianza.
  • Establecer una cultura de comunicación abierta, donde los empleados y empleadas se sientan seguros para expresar ideas, inquietudes, etc., sin temor a represalias.  
  •  Acceso a programas de bienestar psicológico y emocional, como terapias, líneas de ayuda psicológica o talleres de manejo del estrés.  
  • Reconocer y recompensar el trabajo bien hecho, pues refuerza la autoestima y el sentido de pertenencia.  
  • Establecer políticas flexibles, es decir, permitir opciones como el teletrabajo o horarios adaptables para facilitar el balance entre vida laboral y personal, favoreciendo así la resiliencia en ambas direcciones: profesional-empresa y empresa-profesional.  
  • Preparar a los equipos para el cambio incluyendo a los empleados y empleados en los procesos informativos y de transformación organizacional.  
  • Fomentar la creatividad y la innovación como un mecanismo para resolver problemas de manera efectiva.  
  • Capacitar a la plantilla en inteligencia emocional: manejo de emociones, empatía y resolución de conflictos, etc.
  • Proporcionar talleres sobre mindfulness, técnicas de respiración o herramientas para mantener el enfoque bajo presión.  
  • Desarrollo de habilidades para ayudar a los equipos a abordar desafíos de manera estructurada y a encontrar soluciones prácticas.  
  • Fortalecer las redes de apoyo y la colaboración entre compañeros y compañeras mediante actividades de integración y trabajo en equipo.  
  • Establecer programas de mentoría para que los talentos junior y menos experimentados aprendan de sus colegas con más trayectoria.  
  • Construir comunidades mediante espacios de interacción donde los equipos puedan compartir experiencias y aprendizajes.  
  • Promover el autocuidado y el bienestar  integral mediante el fomento de hábitos saludables: incentivando pausas activas, alimentación equilibrada y actividad física.  
  • Evitar la sobrecarga de trabajo y respetar horarios fuera de oficina y la desconexión digital para prevenir el agotamiento.  
  • Proveer recursos de bienestar como servicios como gimnasios corporativos, áreas de relajación o talleres de desarrollo personal a través de planes de beneficio y retribución flexible
  • Capacitar a los líderes y gerentes en liderazgo resiliente, basado en la empatía, el apoyo y la adaptabilidad, de tal forma que puedan inspirar confianza en el futuro, especialmente en momentos de crisis.  
  • Implantar la escucha activa y la preocupación real sobre las expectativas y necesidades de los empleados y empleadas.

Gracias a soluciones como las mencionadas la empresa podrá no solo incrementar la productividad y el desempeño de su plantilla, sino que podrá:  

  • Reducir los niveles de estrés y ausentismo.  
  • Mejora la capacidad de los empleados y empleadas para adaptarse al cambio
  • Fortalecer la cultura organizacional.
  • Mejorar la capacidad para fidelizar y atraer el talento cualificado.  

Las empresas que integren de manera estratégica todas o varias de estas soluciones no solo promoverán la resiliencia individual, sino la colectiva y, por tanto, la de toda la organización.