La Guía definitiva del IRPF: qué es y cómo funciona
Si has llegado hasta aquí es que aún tienes ciertas lagunas sobre qué es el IRPF. Sobre qué es o, al menos, sobre cómo funciona el IRPF.
En cualquier caso, nos alegra que hayas tomado la iniciativa e intentes averiguarlo. Porque el IRPF afecta a tu nómina como persona trabajadora por cuenta ajena y, por tanto, a tu remuneración. Afecta el IRPF y todo lo que tiene que ver con su aplicación, como una posible deflactación.
En otras palabras, saber en qué consiste exactamente el IRPF te ayudará a entender porque fluctúa, en parte, tu poder adquisitivo.
Tabla de contenidos
- Qué es el IRPF
- ¿Cómo funciona el IRPF?
- El IRPF y la declaración de la renta
- Fórmulas para lograr un ahorro fiscal
Qué es el IRPF
El IRPF es como se denomina por sus siglas el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Un impuesto de cumplimiento obligatorio para toda la ciudadanía (salvo ciertas excepciones consideradas por la legislación vigente) en su relación con la Hacienda Pública.
El IRPF grava las rentas percibidas a lo largo de un ejercicio fiscal. Es decir: los rendimientos del trabajo (básicamente, los salarios), otras rentas (pensiones, prestaciones…), los rendimientos del capital derivados de inmuebles y ahorros, los rendimientos de actividades económicas y las ganancias del patrimonio personal.
En España, este impuesto es progresivo. Esto quiere decir que cuanto más alto sea, por ejemplo, tu salario (el bruto), mayor será el porcentaje de impuestos a pagar.
Para averiguar dicho porcentaje, debes consultar los tramos existentes y tipificados por ley. Estos determinan la retención a la que tiene que hacer frente cada persona trabajadora.
Dichos tramos varían. De hecho, la última modificación del IRPF y los tramos asociados entró en vigor hace escasas semanas, con importantes cambios.
¿Cómo funciona el IRPF?
En el caso de los salarios, las empresas son las responsables de repercutir el IRPF en los sueldos de las personas que mantienen en plantilla. Por esa razón, sus departamentos de RRHH retienen de esos sueldos la cantidad estipulada por ley, de manera mensual y durante todo el año fiscal.
Lo hacen a través de la nómina, donde puede verse dicho concepto y la cantidad sustraída. Se trata de una forma de adelantar el pago al ente público, de manera directa y menos abrumadora de lo que podría suponer un único pago anual de importante cuantía.
El IRPF no grava toda la renta, sino aquella resultante tras la deducción de ciertos gastos. Las cotizaciones a la Seguridad Social son algunos de ellos, también los que hace frente una persona trabajadora para el correcto desempeño de su actividad profesional, como ciertas dietas. Por eso existe lo que se llama una base imponible, es decir, una base sobre la que se aplica dicho impuesto.
El IRPF y la declaración de la renta
Y luego está la declaración de la renta de ese IRPF. La declaración de la renta es una cita anual con la Agencia Tributaria mediante la cual se regulariza la obligación de pago.
Es decir, a través de la declaración se calcula el importe que una persona concreta debe pagar a Hacienda por sus rentas en todo un ejercicio fiscal.
Si esta ha pagado de más, por ejemplo mediante las retenciones en su nómina mes a mes, Hacienda le devolverá la diferencia. Si el resultado es al contrario, será el contribuyente quien tenga que pagar dicha diferencia.
Fórmulas para lograr un ahorro fiscal
Claro que existen fórmulas para reducir el IRPF y así pagar menos impuestos sin perder capacidad adquisitiva.
Por ejemplo, la adhesión a los planes de beneficios que facilitan las empresas a sus plantillas son una opción.
Estos posibilitan bien la exención fiscal de ciertas ventajas, como el ticket restaurante o el cheque guardería; bien la reducción de la base imponible del IRPF.
En cualquier caso, disfrutar de un importante ahorro al hacer frente a menos impuestos.
Para calcular el ahorro fiscal del que podrías beneficiarte, es importante que tengas en cuenta los servicios que tu empresa ofrece como Retribución Flexible dentro de su Plan de Beneficios. Y es que, cada uno de ellos está sujeto a ciertas especificaciones. Además, juntos no pueden sobrepasar el 30 % de tu salario bruto.
Sin embargo, a priori, mientras más beneficios tengas a tu disposición, más fácil te resultará reducir la base imponible sobre la que se calcula tu IRPF.