Teletrabajo: ventajas, normativa e implantación en la empresa
El teletrabajo retrocede en España. Lo que se creía una tendencia al alza, disminuye en la medida en que lo hace la incidencia de la Covid-19 en nuestro país. Y con ello, disminuyen también las posibilidades de conciliación laboral y personal y la mejora de la experiencia del empleado.
¿Por qué? ¿Por qué esta forma de trabajar, que tantas ventajas ha dejado patente, no cala del todo? Desgranamos los detalles en torno al teletrabajo, qué dice la ley en España, sus enormes pros para las empresas y cómo implantarlo de forma efectiva.
Tabla de contenidos
- 1. ¿Qué es el teletrabajo?
- 2. Teletrabajo y smart working: grandes diferencias
- 3. Situación actual del teletrabajo en España
- 4. Normativa y ley del teletrabajo en España
- 5. Teletrabajo y ticket restaurante. ¿Son compatibles?
- 6. Ventajas del teletrabajo para empresa y empleados
- 7. Desventajas o inconvenientes del teletrabajo
- 8. Cómo implantar el teletrabajo en la empresa
1. ¿Qué es el teletrabajo?
Para explicar el significado de teletrabajo desde el punto de vista más formal recurrimos a dos definiciones oficiales:
· Según la RAE, el término se refiere a ese trabajo que se realiza desde un lugar fuera de la empresa utilizando las redes de telecomunicación para cumplir con las cargas laborales asignadas.
· Según el Gobierno, a través del Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, el teletrabajo es una subespecie del trabajo a distancia (el que se realiza fuera de los establecimientos y centros habituales de la empresa) que implica la prestación de servicios con nuevas tecnologías.
En resumen, el teletrabajo implica desempeñar la tarea profesional fuera de la oficina, normalmente desde el domicilio, de la mano de entornos tecnológicos. Estos últimos posibilitan, de facto, la presencia virtual (y no física) del empleado en el centro de trabajo.
2. Teletrabajo y smart working: grandes diferencias
¿Por qué queremos hacer esta distinción? Porque muchas veces leemos definiciones de teletrabajo donde se introducen conceptos como flexibilidad horaria o trabajo móvil. Y esto no es exacto.
El teletrabajo no implica por sí mismo que un empleado pueda flexibilizar su jornada o desempeñar sus tareas desde cualquier parte del mundo. Es más, para ello, tendría que pedir permiso a la Dirección corporativa.
Lo que sí implica esa libertad es el smart working, al que están acostumbrados profesionales de sectores muy dinámicos y creativos: desarrolladores, diseñadores, etc.
El smart working es un tipo de teletrabajo en el que:
· No cuentan las horas invertidas en un proyecto o tarea, sino la consecución de los objetivos a tiempo. De hecho, el empleado puede invertir las que necesite y cuándo lo necesite. No existe un horario fijo.
· Un profesional puede desempeñar sus funciones desde cualquier punto del planeta sin rendir cuentas. Eso sí, siempre que llegue a las metas propuestas por la empresa para la que trabaja.
Esas serían las dos peculiaridades básicas de este tipo de trabajo y, precisamente, las que diferencian el smart working del teletrabajo común.
3. Situación actual del teletrabajo en España
A lo largo de 2021 hemos comprobado, no sin cierta desilusión, como el teletrabajo retrocedía en España.
Si esta modalidad alcanzaba el 16,2 % en el segundo trimestre de 2020, a finales de 2021 se situaba en el 9,4 %, según los últimos datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI).
Es cierto que la cifra duplica el nivel de teletrabajo antes de la pandemia, así que algo se ha conseguido, pero está lejos de ese horizonte que creíamos ya marcado: el de una progresión al alza, al menos en los sectores donde esta modalidad es compatible.
¿Por qué esta disminución? Existen muchos argumentos sobre la mesa, a destacar:
· La cultura de la presencialidad. En España, existe la reticencia de algunas empresas tradicionales a prescindir de sus trabajadores en la oficina. El motivo: el miedo a que la ausencia de control visual, por así llamarlo, merme la capacidad productiva de la plantilla. Esto es un hecho.
· La falta de adaptación tecnológica. Algunas empresas han capeado la crisis sanitaria y la necesidad impuesta de teletrabajo sin estar preparadas tecnológicamente. Y peor aún, no han sentido la necesidad de hacer ese esfuerzo. Para estas corporaciones, teletrabajar no ofrece beneficios, todo lo contrario, supone un verdadero problema.
· El miedo a la deslocalización. Existe cierto temor a que las empresas se lleven sus servicios a otros países, lugares donde la mano de obra es más barata. Si no necesitan oficinas físicas, ¿por qué contratar profesionales en España? Algunas organizaciones de trabajadores apuestan por modelos mixtos para evitar esta huida empresarial.
4. Normativa y ley del teletrabajo en España
La ausencia de teletrabajo como modalidad en España hasta el año 2020 había creado un vacío legislativo al respecto. Sin embargo, la necesidad de sentar las bases normativas de esta nueva forma de trabajo se hizo imprescindible con la Covid-19. El porcentaje de teletrabajo aumentaba exponencialmente y surgían serias dudas acerca de cómo implementarlo. Había que regularlo sin falta.
EL 10 de julio de 2021 se publicaba el Real decreto ley 10/2021 de trabajo a distancia, también conocida como «Ley del Teletrabajo». En ella se define el modelo, los límites y se resuelven muchas dudas. Por ejemplo:
· El teletrabajo debe ocupar un mínimo del 30 % de la jornada durante un periodo de, al menos, tres meses.
· Debe existir un acuerdo por escrito en el que se especifiquen las condiciones acordadas entre empresa y trabajador.
· La empresa tiene la obligación de abonar al trabajador los gastos que le implique teletrabajar.
· La empresa debe facilitar al empleado los medios necesarios para poder realizar sus tareas a distancia.
Aún así, muchos expertos siguen demandando una ley más exacta que clarifique ciertos aspectos y evite la discriminación entre los empleados presenciales y los que teletrabajan.
Un ejemplo es la polémica suscitada respecto a cuáles son esos gastos que la empresa debe abonar al trabajador: ¿la luz de su domicilio?, ¿la factura de internet?, ¿el alquiler? O esa otra que tiene que ver con la retribución en especie y su aplicación a los trabajadores en remoto. Afortunadamente, existen sentencias que han sentado jurisprudencia al respecto, pero sigue haciendo falta una legislación detallada.
5. Teletrabajo y ticket restaurante. ¿Son compatibles?
La compatibilidad entre el teletrabajo y los cheques restaurante ha causado polémica, y de hecho los litigios por este motivo se hicieron masivos cuando el teletrabajo se instauró de forma más generalizada. Por lo tanto, ¿los empleados que teletrabajan deben recibir obligatoriamente este complemento?.
El Tribunal Supremo se ha pronunciado al respecto y dictamina que no es obligatorio, siempre y cuando este complemento no tenga carácter salarial. Es decir, el TS entiende que el ticket restaurante es un beneficio ligado exclusivamente a la presencialidad en el puesto de trabajo.
A pesar de ello, muchas empresas se deciden por ofrecer el ticket restaurante como beneficio para sus teletrabajadores por las ventajas que le puede reportar:
- Mejoras fiscales: las cantidades que sus empleados destinen a cheque restaurante se pueden deducir en el Impuesto de Sociedades.
- Aumento del engagement: los empleados que pueden disfrutar de beneficios en sus empresas están más satisfechos y son menos propensos a cambiar de empleo.
- Mejora del employer branding: la oferta de este tipo de beneficios es una buena herramienta de atracción de talento.
6. Ventajas del teletrabajo para empresa y empleados
Son muchas y de enorme repercusión en la actividad diaria de cualquier organización empresarial.
Ventajas del teletrabajo para el empleado:
· Mejora de las posibilidades de conciliación: Tan solo el ahorro en tiempos de desplazamiento de la vivienda al centro de trabajo supone ya una importante ventaja. Podría ser la diferencia entre, por ejemplo, poder llevar a los niños al colegio o tener que contratar a alguien para que lo haga. O entre poder dedicar una hora diaria a la actividad deportiva o no.
· Reducción de costes: En movilidad y transporte (combustible, peajes, revisiones del vehículo, bono transporte…), en alimentación, en la contratación de personas cuidadoras, etc. También de costes ambientales, al descender notablemente la polución fruto del tráfico rodado.
· Mejora de la productividad: Un empleado más productivo seguramente se sentirá mejor consigo mismo y viceversa. La flexibilidad que puede aportar el teletrabajo, la posibilidad de perder de vista a ciertos compañeros tóxicos, el menor número de interrupciones (servicio de paquetería, personas que preguntan constantemente…)…, aumentan esa productividad.
· Mayor motivación: Si el empleado se muestra satisfecho con su actual situación, estará sin duda más motivado y proclive a alcanzar los objetivos marcados por la empresa. Además, incrementará su fidelidad y afección a la misma. Se sentirá más valorado y cuidado por su organización.
Ventajas del teletrabajo para la empresa:
· Disminución del absentismo: Un trabajador que desempeña sus funciones cómodamente desde casa tiene menos posibilidades de ausentarse de su puesto de trabajo. Primero, porque puede conciliar mejor; segundo, porque puede trabajar a pesar de problemas ajenos a él (una huelga de transporte, por ejemplo).
· Retención y atracción de talento: En una sociedad en la que cada día se valora más el bienestar físico y emocional, el tiempo para conciliar y la comodidad, el teletrabajo es decisivo. De hecho, se convierte en un factor fundamental a la hora de aceptar una nueva oferta de trabajo o decidir si abandonar o no una empresa.
· La cabida de otros profesionales: La empresa puede contratar a la persona que necesita independientemente de donde viva, por ejemplo, un trabajador asentado en un entorno rural. También puede incluir en su plantilla a profesionales que de otra forma no tendrían acceso al mercado laboral. Imaginemos una persona que arrastra ciertas dolencias que le impiden trasladarse a una oficina, pero no trabajar frente a un ordenador desde el propio domicilio.
De nuevo, podríamos enumerar muchas más, pero estas tres son suficientes, sin duda, para abrazar el teletrabajo, o al menos una modalidad mixta, sin reticencias.
7. Desventajas o inconvenientes del teletrabajo
Las empresas que han apostado seriamente por el teletrabajo han sido aquellas que han convertido sus principales contras en ventajas competitivas.
Las que han sabido hacer del escollo una virtud, han visto en el teletrabajo una posibilidad enorme de desarrollo y optimización de recursos.
Pero ¿a qué nos referimos con escollos? A todos esos argumentos que ponen de relieve algunas empresas para denegar la posibilidad de teletrabajar a sus empleados:
· Problemas para medir las horas de trabajo y la productividad.
· La exposición a la ciberdelincuencia.
· La necesidad de adaptar los actuales sistemas de trabajo a entornos online.
· La dificultad a trabajar en equipo de forma adecuada.
· El miedo a la desvertebración de la plantilla y el alma empresarial.
¿Cómo han afrontado estos retos las empresas que sí han abrazado el teletrabajo? Sin duda, con mucho esfuerzo. Eso es cierto.
Pero esas horas de trabajo y recursos invertidos han merecido sin duda la pena, porque han supuesto un valor y ventaja competitiva para la entidad.
8. Cómo implantar el teletrabajo en la empresa
Las empresas que han implementado modelos híbridos de teletrabajo, lo han hecho de la mano de las nuevas tecnologías, las principales aliadas del teletrabajo.
Hablamos de plataformas y aplicaciones que facilitan muchísimo, más de lo que podemos imaginar, este proceso de digitalización. Un proceso que, a día de hoy, es inevitable en aras de la competitividad.
Así, a la pregunta sobre cómo implantar el teletrabajo en una empresa, la respuesta es sencilla: de la mano de soluciones tecnológicas e innovadoras capaces de automatizar procesos, analizar datos, personalizar al máximo tareas y beneficios, etc.
En definitiva, de ofrecer una experiencia óptima de teletrabajo tanto al empleado como a la empresa.